SLB volvió a Rosario

Salta la Banca se presentó en la Sala de las Artes marcando su regreso a la ciudad, tras varios años de ausencia
‘La nocividad del tiempo’ se titula el último EP, en mutante expansión a álbum hacia finales de año. El tiempo, además se ser una materia ‘nociva’, también puede ser una oportunidad, de resignificarse, profundizar y regenerarse. Pasaron años de la última vez que SLB se presentó en Rosario, incluso no todos los que componían la formación original estaban sobre el escenario de la mítica esquina de Suipacha y Güemes, Una carrera ascendente interrumpida por controversias no logró perturbar la esencia ni la euforia de todos los que estaban en la Sala de las Artes, anhelando el mismo día desde hace tiempo. Dos Luna Park y otros estadios, un Gran Rex, y repletos totales en cada lugar donde se presentaban; claramente aún quedaban páginas por escribirse, y quedó demostrado que sobra energía para continuar el recorrido. Santiago Aysine se ve rozagante, creativo e histiriónico, con la voz intacta y aun mejorada, de las más bellas y versátiles del rock nacional, junto a diez músicos en escena con verdadera solidez logrando que cada melodía se vuelva atemporal.
A las 21 horas, puntual como pocas veces, el reencuentro fue marcado por la alegría de “Tu entrega” y “Destilando optimismo”, pasando por el sórdido resonar de “Duelen”. “Tren al edén”, “Quien dice” y “Aventura diurna”, evocaron el primer disco. “Ilusa ilusión”, fusionada con “Polaroid” de Páez, signó uno de los momentos más movilizantes de la noche, seguida por la distorsionada “Desnudando un ángel”. Sobre la platea alta se desplegaba la bandera que rezaba “Gracias por volver”, desplegaba sus seguidores incondicionales, que cantaron a los gritos lados B como “Ponele”. No faltaron temas recientes como “9/7” y “Lucy”, ni temas de antaño como “Labios de café”, “Dolores”, “Brújula” y “Unos versos”. Salta la Banca se destacó siempre por su postura ideológica, alzando en alto causas sociales, como la de Luciano Arruga, al cual dedicaron el disco Copla. “Él”, “Nosotros” y “Ellos”, cantaron contra la represión policial y las injusticias, palpitando el final del show.
“Bautismo” sonó con fuerza, seguida de “La espada del recelo” en versión sintetizada. “Somos”, “Mercedes”, “Seremos”, tal vez donde se revivió aún más la mística de hace diez años atrás con melodías que resisten a dicha ‘nocividad’. De un tiempo a ésta parte, “Que salte la banca” parece ser una utopía cada vez más distante, y que a su vez obliga a seguir en movimiento.
Lucas Rivero