Amenazaron a la familia de Máximo Jerez: “Vamos a buscarlos uno por uno”
Los presuntos dealers les enviaron un audio amenazante a los vecinos que ayer destruyeron cuatro búnkeres
Luego del ataque a cuatro búnkeres narco en el barrio Los Pumitas, la banda de “Los Salteños” les envió una fuerte amenaza a los vecinos que ayer destruyeron la casa del presunto jefe de la banda y la familia de Máximo Jérez, el nene de 11 años que fue asesinado el pasado domingo, tuvo que irse de su casa.
“Enviaron audios diciendo que iban a ir uno por uno. Diciendo que se habían metido con los cuatro búnkeres de los salteños y pidiendo rendición de cuentas de por qué habían actuado así”, manifestaron los vecinos.
Los vecinos revelaron que fueron amenazados durante la tarde y la noche del lunes, luego de que ayer destruyeran cuatro búnkeres narco que tenía la banda en el barrio Los Pumitas. “No solo les dijeron que se callen y que no cuenten lo que pasa en el barrio, sino que les dijeron que lo abandonen”, señaló una periodista del medio TN.
Las amenazas fueron tan graves que la familia de Máximo Jerez, el nene de 11 años que murió de un disparo el domingo pasado, debió escapar de su casa pese a la presencia de efectivos policiales de la provincia de Santa Fe en el barrio.
Cómo fue el crimen de Máximo Jerez en Rosario
El hecho ocurrió cerca de las 2 de la madrugada de este domingo en la intersección de las calles Cabal 1300 bis y pasaje San José. Un grupo de delincuentes atacó a balazos una casa en la que se encontraban los cuatro chiquitos. Los disparos impactaron contra todos ellos y provocaron la muerte de Máximo Jerez.
Además, una nena de 2 años recibió un disparo en el brazo y otros dos menores de 13 años fueron baleados en la boca y en el pecho. Todos debieron ser trasladados al Hospital de niños Zona Norte para ser asistidos.
La policía fue hasta el lugar del ataque y advirtió la presencia de los agresores, que trataron de escapar por los pasillos del asentamiento. Segundos después se inició una persecución que terminó con los delincuentes escapando por los techos del barrio.
