Ángela Leiva asombró a Rosario

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La artista presentó “Mi voz por el mundo” frente a un teatro El Círculo repleto. Con entrega y humildad brindó un show que la destaca como una figura consagrada de la música 

 Ángela Leiva es una cantante imprescindible, de las voces más privilegiadas que ha dado la música argentina y la más potente del género bailable. Su presencia escénica, la autoridad reverencial en el escenario, fusionado con encanto y profesionalismo, hicieron que el espectáculo sea digno de ovación. El teatro El Círculo estaba colmado, desde la primera fila de la platea hasta la última del paraíso, sus fans no dejaron de cantar, bailar y celebrar cada una de las más de veinticinco canciones que brindó a lo largo de una hora y cincuenta de show. La entrega de la artista fue absoluta, con la estridencia de su voz muy bien acompañada por el sonido envolvente de su banda de siete músicos. Cerca de las 21 horas se elevó el telón dejando ver cuatro pantallas que ilustraban cada tema al unísono del juego de luces que creaba diferentes climas. La artista no tardó en aparecer y ser recibida con una merecida ovación. Con una sorpresiva versión de “Hay otro en mi vida” dio comienzo al show, seguida del clásico “Solita me voy”.

  “Él me mintió”, de Amanda Miguel fue una de las más cantadas por el público rosarino, canción que pone a Ángela Leiva frente al desafío no menor de estar a la altura de intérpretes con las mejores voces de la música en habla hispana. Eso mismo logró en versiones remozadas de temas de Valeria Lynch, como “Fuera de mi vida”, “Señor amante” y “Que mal elegiste”. “Hay canciones que se cantan para recordar y otras que se cantan para olvidar”, afirmó la cantante dando paso a “Ya me olvidé”, que son de esos temas ideales para la catarsis, lo mismo que la ráfaga de hits que siguieron como “Amor de tres”, “Que levanté la mano”, “Llamadas extrañas”, y “Me enamoré de ti, y qué?”. Uno de los momentos más destacados se dio con la llegada de Chanchi, una de las voces más aplaudidas de la cumbia santafesina, a quien Ángela invitó a compartir dos poderosas versiones de “Si me ves llorar por dentro” y “Mentías”. También hubo lugar para varias interpretaciones que removieron más de una lágrima, como ocurrió en “La gata bajo la lluvia”, “El listón de tu pelo” grabada junto a Los Ángeles Azules, o la reciente “Volverte a ver” junto a Dyango, que se presentará en ese mismo teatro el sábado 6 de septiembre.

 La cantante interactuó con el público de forma distendida, leyó carteles y hasta recibió los regalos más insólitos, entre ellos una torta preparada por unas fans. El show siguió su curso con la potente y despechada “Cobarde”, arengando a las ‘resentidas’ en otra de las más cantadas de la noche. El momento más sublime no tardaría en llegar, donde se vio a Ángela Leiva en estado puro, mostrando toda la fuerza y versatilidad de su voz, a media luz y acompañada por piano de cola y violín. Para el asombro del público sonaron sentidas versiones de “Canción a mi madre”, “No me obligues” y “Amor prohibido”, que ponen de manifiesto la madera de artista sin límites que es la cantante. De regreso al escenario y de vestido corto adornado con tules, todo el teatro se puso de pie para el momento más festivo, que comenzó al ritmo del cuarteto en “Yo era” y “Amor de mierda”, seguido de una serie de hits muy pedidos por la gente, como “No podrás”, “Con un puñal por la espalda”, “Esa idiota” y “Quién eres tú”, con los videoclips de cada tema en pantalla haciendo gala a la extensa trayectoria de la artista, que no podía despedirse sin cantarle a su “Amiga traidora”, de manera pasional y en cómplice conexión con su gente. Con emoción y gratitud, Ángela Leiva se despidió del público rosarino lista para seguir llevando ‘su voz por el mundo’, en una extensa gira con su talento como estandarte.

 

Lucas Rivero