Aristimuño logró “desnudar la canción” en Rosario
Para ApuraInfo, Lucas Rivero
Como reza uno de sus composiciones más poderosas: ‘desnudar la canción para vestirte hoy’. Así fue que Lisandro Aristimuño lució su mejor traje intimista la noche de viernes en el teatro El Círculo de Rosario. En una aventura sonora a la que pocos artistas se atreven, transcurrió unas dos horas solo en escena impregnando cada espacio con su versatilidad musical
Un show respetuoso, notable y lisérgico fue el que brindó Aristimuño en la emblemática sala de Laprida y Mendoza. A pocas cuadras se presentaba Uriel Lozano haciendo lo suyo. Así de variopinta es la propuesta musical de Rosario. El santafesino declaró en La Mañana Vuela (Radio Vórterix) que le encantaría realizar un feat en vivo junto a Lisandro Aristimuño. Por más que las chances no eran ni las más remotas aquella noche en que ambos shows sucedían al mismo tiempo, nadie querría perderse esa fusión de lo más peculiar.
El artista pisó el escenario pasadas las 21:40 exactas recibido por un aplauso envolvente y respetuoso que soltó algún que otro alarido. Tras un lacónico y correcto “Buenas noches”, comenzó la magia. “Señal I” es la elegida para comenzar SET I, precedida por una extensa introducción instrumental que propiciaba el clima necesario.
”Me encantaba la idea de cerrar ésta gira en Rosario y en éste teatro que quiero tanto”, declaró el artista y precisó de manera auténtica: “Es simplemente hacer canciones y amor. Mucha amor verdadero”. Así sonó la dulce “Tres estaciones”. El espectáculo fue planteado de manera renovadora en relación al del año pasado. Si bien el concepto, la esencia y la columna vertebral del setlist se mantienen a grandes rasgos, ésta vez desde lo estético había una pantalla enorme detrás del artista ilustrando los diferentes temas con ingenio, amalgamado con una renovada puesta de luces. Desde lo musical todo puede ocurrir. Lisandro Aristimuño es un artista impredecible.
Entre canción y canción se oían breves fragmentos poéticos de la escritora Estela Figueroa narrados en la voz de la actriz Mercedes Morán. Ávida propuesta para enriquecer el show con un guiño hacia la literatura. “Me hice cargo de tu luz” fue recibida con entusiasmo y pegada a ella “Sombra I”. A modo de contraste la luz y la sombra, el ying y el yang.
La movilizante “Green Lover” precedió a “Para vestirte hoy”, seguida por “Hojas de camino”, de uno de sus primeros discos y “Loop” de su (relativamente) reciente material “Criptograma”. Extensas introducciones y dilatados finales lograban una versión remozada de los temas en clave experimental, dejando al público perplejo y sutilmente azorado. Eso mismo ocurrió con “Tu nombre y el mío”, haciendo gran uso del eco con distorsionador de voz. Aludiendo al romanticismo para nada trillado interpretó “Cosas del amor”.
Nadie espera pararse de la butaca y ponerse a bailar en un concierto de Lisandro Aristimuño, sin embrago el artista lo hizo posible. Solo con su piano sintetizador y diferentes efectos logró una suerte de session electrodance ensamblada con “Tu corazón”, en la que toda la gente se puso de pie y se movió al ritmo sugerente de lo que improvisaba Aristimuño. “Azúcar del Estero” fue de las más cantadas de la noche, aunque fuese interrumpida por el artista para ironizar sobre el uso del celular.
“Pozo” fue palpitando el último trayecto, seguido por “La ultima prosa” interpretada en soledad extrema con la guitarra. Los bises estuvieron en manos de dos canciones inoxidables de su repertorio. “How Long?” y la sublime “Canción de amor”, marcaron el momento de aterrizaje dando lugar a la ovación de pie que merece Lisandro Aristimuño. “Puedo descontracturar todo tu veneno”, cantó a lo largo de la noche, su música demostró que también puede convertirlo en antídoto.