La Justicia provincial condenó a tres de las cuatro personas acusadas por la muerte de Carlos “Bocacha” Orellano, ocurrida el 24 de febrero de 2020 en la puerta del boliche Señor Ming de la estación Fluvial. Sin embargo, las penas fueron muy diferentes a las que pidió la Fiscalía, ya que los jueces consideraron por unanimidad que se trató de un homicidio preterintencional.
El policía Gabriel Julio Nicolossi recibió la pena de 12 años de prisión, la policía Karina Gómez 9 años y el patovica Emiliano López 6 años. En tanto, el empleado de seguridad privada Claudio Fabián Maidana resultó absuelto.
La resolución estuvo a cargo del tribunal integrado por los jueces Mariano Aliau, Aldo Bilbao Benítez y José Luis Suárez, quienes leyeron el fallo mientras que en los alrededores del Centro de Justicia Penal se realizaba un fuerte operativo policial.
Los acusados fueron los policías Gabriel Julio Nicolossí y Karina Laura Gómez, y los patovicas Emiliano Oscar López y Claudio Fabián Maidana. Todos ellos trabajaron en Señor Ming el 24 de febrero de 2020 y, según la imputación del fiscal Patricio Saldutti, golpearon a Orellano contra una baranda que da al río.
Gómez y Nicolossi además fueron absueltos en la acusación de incumplimiento de deberes de funcionario público. Gómez, que estaba bajo arresto domiciliario, continuará en esa condición con una tobillera electrónica.
Saldutti había solicitado la pena de 17 años de prisión para los empleados de seguridad del boliche, y 19 años para los policías. La diferencia de la pena, según los alegatos, estuvo fundada en que los agentes además de la paliza incumplieron en sus deberes al no avisar a Fiscalía de la caída al agua de “Bocacha” y por haber recién realizado una comunicación con Prefectura media hora después del hecho, haciendo así ineficaz la búsqueda del joven.
Por su parte, la querella había pedido 20 años para López y Nicolossi, y 23 para los patovicas.