Ciro y los Persas en Rosario: Del Colón al Anfiteatro
Durante dos noches consecutivas miles de personas disfrutaron de un show arrollador de más de dos horas cuarenta. Los temas más conocidos y la nostalgia ‘piojosa’ marcaron uno de los shows más importantes de éste fin de año.
Cada presentación de Ciro en la ciudad es todo un acontecimiento. El Parque Urquiza y alrededores se paralizan en la antesala al ritual. Familias, grupos de jóvenes de hoy y de ayer, varias generaciones mixturadas al unísono, banderas y una euforia latente que sabe en qué momento dar a luz. Ambas noches el Anfiteatro estuvo repleto. Es poco habitual hoy día ver banderas flameando, como las que ocupaban el centro del público. Ciro aún sigue siendo de los pocos privilegiados que conserva esta parte del rito rockero que alcanzó su pináculo en los dosmiles. Cerca de las 21:30 horas, todo indicaba estar listo para un show inolvidable. Y así fue. Con una inmensa pantalla horizontal que ilustraba cada tema, uno a uno los instrumentos se fueron sumando al escenario. Cuando sonó el estribillo de “El balneario de los doctores cortos” se produjo el primer estruendo. Recorriendo el escenario de una punta a otra, Ciro se deslizó con grandeza e histrionismo en su hábitat, lookeado con el mismo traje negro de capa brillante que lució en el Colón. A mitad del tema, con la máscara azul en la nuca hizo el tradicional baile de espaldas que sostiene desde la era de Los Piojos, consagrado un comienzo épico.
“Barón rojo”, con guitarra en mano y gafas oscuras sonó más pujante que otras veces, seguida por “Te diría”. “Para los viejos piojosos y persas”, Ciro dedicó “Canción de cuna”, tal vez demasiada emotividad para ser el cuarto tema, pero no por eso menos cantada por el público. De su extenso repertorio solista interpretó hits como “Vas a bailar”, “Juira!” y “Luz”, con un movilizantes imágenes de fondo que mostraban a Maradona y a la selección Argentina triunfal, recordando a su vez que el tema fue interpretada en vivo un día antes de la final contra Francia hace casi un año. Con el escenario dividido en tonos azules y rojos sonó la infaltable “Tan solo” con la misma fuerza que hace más de treinta años y su reminiscencia sutil a “Simpathy for devil”, de los Stones. Un par de temas antes, “Luz de marfil” con estética caleidoscópica, marcó el primer gran pogo de la noche con banderas en alto.
“Labios de seda”, de aquel ‘Verde paisaje del infierno’ dió inicio a una nueva parte del show, precedida por un solo instrumental con aires de jazz, en el que su banda de ocho músicos continuó luciéndose con solidez y maestría mientras la pantalla hacía un recorrido fugaz por todos los shows de la gira. “Vos para mí, yo para vos” y la indispensable “Antes y después” se escucharon haciendo gala ésta etapa con Los Persas. “Como Alí” detonó todo en un clima de festividad para amenizar la energía con un viejo lado B en un momento de complacencia: “La luna y la cabra”, a pedido de una fan por Instagram. Son pocos los artistas populares que logran el velo consagratorio de tocar en el Colón, y Ciro estuvo más que a la altura. Tanto así que quiso traer una parte de ese reciente concierto a Rosario. Con las cuerdas de la sinfónica pregrabadas regaló una fidedigna versión “Un hombre más”. Cambiando la sintonía, el solo de armónica precedió con entusiasmo a “Pistolas” en coreografía con sus músicos, para luego cerrar falsamente con “Ciudad animal”.
Son muchos las veces que Ciro anuncia que se retira para entrar en ese juego simpático y cariñoso del amague junto a su público que nunca lo deja ir. De campera de cuero roja regresó al escenario con “Dice”, seguida por la recordada “Verano de 92”. Luego “Caminando” marcó el momento más rockero de la noche para dar paso al repicar de las guitarras españolas. Ciro ironizó y brindó un momento de humor sano con algunas coplas introduciendo “Pacífico”, aquel último suspiro de Los Piojos en ‘Civilización’. Nuevamente de regreso y sin rodeos sonó “Insisto”. Después ocurrió lo inimaginable al ver a Ciro y los Persas rockeando el folklore con un improvisto cover de “Juana Azurduy”. Por último, “El farolito” y “Astros” lograron un cierre con todo el vigor y la fuerza necesaria para culminar un concierto así. A modo de epílogo, luego de la ovación final con la reverencia de toda la banda, el comienzo del “Himno Nacional Argentino” fue ejecutado con armónica. Ciro continúa siendo un verdadero frontman y performer del rock, siempre con algo que decir, lo cual lo vuelve más genuino. ‘Y será lo que ya fue’ reza uno de sus temas, por eso el artista volverá a Rosario para sorprender una vez más.
Lucas Rivero
FOTOS: @cecicordobaph