Connie Isla rugió en Lavardén

La artista demostró por qué es una referente de la última generación a través de un show conciso, salvaje y voraz en Lavardén

‘Isla Matter’ es el álbum que presentó Connie Isla en la icónica sala de Rosario. Su público se mostró respetuoso con contundentes muestras de cariño y dosis de euforia que contagiaba la cantante desde el escenario. Tres sólidos músicos, dos bailarinas que se amalgamaban con destreza en la propuesta performatica, una pantalla Leds de fondo que ilustraba de manera intergaláctica el leit motiv del nuevo álbum, 15 canciones, y la autoridad reverencial de la artista del escenario, son la fórmula que hizo gala a una frase difícil de lograr: ‘lo bueno si es breve es dos veces bueno’.

A minutos de las 22 las bailarinas dieron sus primeros trazos en la escena, a modo de preludio a la llegada de Connie Isla que irrumpió por el costado derecho del escenario a paso firme. Plastificada en un traje negro elastizado bien al cuerpo y su cabello lacio al rojo vivo, su voz comenzó a emanar los primeros destellos con “Alma Matter”, seguida de “GPS”, “Fugaz” y “Rayos X”. Con admiración presentó a su banda y plasmó toda la fuerza conceptual de éste último disco que apunta a un sonido más electrónico con distorsión de voces.

El parque de diversiones trasdimensional al que invita Connie Isla es ecléctico. En atmósfera chill sonaron “Nubes” y “Viaje”. La primera estuvo marcada por una muestra de cariño inmensa por parte de los fans. Una marea de cartulinas con forma de nube entre el público transmitía el mensaje ‘Con vos estamos bien’, momento que la artista recibió con emoción. Hubo lugar también para canciones anteriores donde puso de manifiesto sus convicciones y el costado más activista. Así sonó una distendida versión de “Equidad”, seguida por la voracidad de “Yo soy” y “Seguís igual”. Una de las más cantadas de la noche fue “Que linda que estoy”, dando pie a “Manuela” con la imagen de la actriz Mirtha Wons ilustrando las pantallas. La sensualidad alcanzó su pináculo con “Luna en Venus” y la virulencia con “Pangea”.

La entrega y el desapego suficiente como para provocar es lo que define a Connie Isla. De rodillas, con sus cabellos lacios en movimiento y vociferando notas agudas a destajo, como alienada, regaló las últimas canciones al unísono con el comienzo del show: “Modo avión” y “No ves”. El poeta maldito Antonin Artaud sostenía que el verdadero artista es el que logra provocar a su público. A través de los rugidos de su voz privilegiada la artista hizo aún mas.

Lucas Rivero

FOTOS: Ph Luis Frontini