Detuvieron al narco que envió una amenaza a sus vecinos de Empalme Granaros
El hombre había sido identificado como Uriel Leandro E. y tiene 19 años. El fiscal Federico Rebola lo llevará a audiencia imputativa a el próximo martes
El fiscal de Balaceras Federico Rébola, a través de medidas que llevó a cabo con la Agencia de Investigación Criminal, había identificado hace casi diez días atrás al presunto miembro de la banda narco “Los Salteños” que envió un video intimidatorio a la familia de Máximo Jerez, el niño de 12 años que fue asesinado en Rosario. Este viernes, tras un operativo en el que también participaron las Tropas de Operaciones Especiales (TOE), el hombre en cuestión: Uriel Leandro E. —19 años— fue detenido.
El fiscal Rebola, según precisaron fuentes judiciales a Infobae, llevará al detenido a audiencia imputativa el próximo martes. Vale destacar que en también fueron parte del operativo la Unidad Especial de Investigación del crimen organizado, además de las TOE. En la investigación e individualización participó también la Brigada de Balacera y Extorsiones de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).
Tras un trabajo de inteligencia e informes preliminares, las autoridades allanaron el domicilio ubicado en la calle Cavia al 1400, de la ciudad de Rosario. En este lugar, tal como precisaron las fuentes, se logró la captura del hombre.
Uriel, el presunto gatillero, es la persona que se colocó una máscara para amedrentar a los vecinos del asentamiento “Los Pumitas”, del barrio Empalme Graneros, para exigirles que devolvieran todos los elementos que habían robado de las construcciones que pertenecen al clan Villazón, que lidera la banda de “Los Salteños”.
“Escuchen, manga de giles. Van a tener que devolver las cosas, o sino todos los días les vamos a dejar un muerto. Todas estas balitas son para ustedes. Más vale que devuelvan las cosas o les damos plomo, giles”, les dijo a través de la filmación que hizo llegar aquel martes por la madrugada a los vecinos a través de Facebook y de Whatsapp.
En este escenario, los cinco detenidos por el asesinato de Máximo Iván Jerez —el chico de 12 años perteneciente a la comunidad qom que el 5 de marzo pasado fue asesinado medio de una balacera contra un búnker en el asentamiento Los Pumitas— fueron imputados en la mañana del último martes en el Centro de Justicia Penal de Rosario. Tras la acusación del fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta, el juez penal de primera instancia Hernán Postma resolvió dejar a todos bajo prisión preventiva.
Spelta sentó en el banquillo a los hermanos Maximiliano Oscar Castillo (24 años) y Nicolás Ariel Castillo (25), considerados los presuntos coautores del ataque que tuvo lugar aquel domingo aproximadamente a la 1.30. Esos dos sospechosos, según apuntaron investigadores policiales, son primos de Alex “Arañita” Ibáñez (22), un preso de la cárcel de Piñero cuya celda fue requisada por esta causa.
Ibáñez, según testimonios que son materia de investigación, lidera desde la cárcel una presunta banda narco que disputa a tiros el territorio con la organización “Los Salteños”. Es quien, se presume, podría estar detrás de la instigación de la balacera contra el búnker que terminó en el crimen y disparó una crisis institucional que llevó a un nuevo desembarco de fuerzas federales. No obstante, por el momento no está formalmente acusado.
En la audiencia de aquel martes, el fiscal ubicó a Maximiliano Castillo como conductor del Honda Civic negro con vidrios polarizados que fue utilizado para la balacera ocurrida en Cabal al 1300 bis en la que murió Jerez y otros tres menores resultaron heridos. En tanto, a Nicolás le atribuyó haber estado dentro del auto al momento del hecho.
La balacera, según explicaron fuentes de la investigación a Infobae, estaba dirigida a los domicilios del clan Villazón, que lidera a “Los Salteños”, pero los tiros impactaron en los nenes que jugaban a metros de esas construcciones, donde también se vendía droga, de acuerdo a testimonios de vecinos que protagonizaron una pueblada contra los dealers.