El abogado defensor: “Voy a pedir la absolución de los imputados porque el hecho no está probado”

En tanto, se espera que al finalizar los alegatos los ocho rugbiers digan sus “últimas palabras” al igual que los padres del joven estudiante de abogacía asesinado

El abogado defensor de los ocho imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa, cometido el 18 de enero a la salida del boliche “Le Brique” de Villa Gesell, expone hoy sus fundamentos en la segunda jornada de alegatos, luego de que la fiscalía y el particular damnificado pidieran ayer la pena de prisión perpetua para todos los acusados.

“Adelanto que voy a pedir la absolución de los imputados porque el hecho no está probado; los acusadores probaron otro hecho”, sentenció el defensor Hugo Tomei.

Luego, desarrolló: “Ocho sujetos del sexo masculino acordaron darle muerte a Báez Sosa, distribuyeron sus roles. La primera razón de esto es que no señala a Thomsen como la persona que tuvo el conflicto [en Le Brique], lo están diciendo en el alegato, están intentando de cambiar la plataforma fáctica porque Thomsen no se defendió de eso, no estaba previsto en la requisitoria”.

E insistió: “Voy a pedir la absolución porque los hechos alegados no respetan el objeto de la requisitoria de elevación a juicio. En caso de incorporar los argumentos de los acusados estarían violando el principio de congruencia”.

Antes denunció presión mediática y social, “represento a ocho condenados por el poder mediático, la sociedad y la opinión pública y es muy difícil, porque es una forma de presionar al Poder Judicial”, sostuvo al comienzo de su argumentación el defensor Hugo Tomei.


“Entiendo que con cualquier decisión contraria a la prisión perpetua, la comunidad en general va a pensar en actos del tribunal que no son propios, y eso es falso”, continuó y agregó: “[Fueron ] horas y horas de programas solo para decir una cosa: que ellos eran asesinos y que no merecen ningnuna piedad. Eso es lo que el tribunal tiene que juzgar (…) Fueron socialmente condenados, socialmente vituperados… No hay palabra que alcance para el sufrimiento que ellos están atravesando”.

Al comienzo de la jornada, la mamá de Fernado hizo uso de su derecho a las “últimas palabras”.

En un breve discurso, manifestó: “Buenos días para todos. La verdad es que nunca pensé que estaría en este lugar. Siempre pensé que algún día mi hijo se recibiría y que estaría viendo como él defendía a la gente. Nunca pensé estar presenciando el asesinato de mi hijo. Me costó muchísimo estar en este lugar. Nunca me atreví a mirar los videos y acá los vi reiteradas y miles de veces. Me costó horrores ver la forma en la que asesinaron a mi hijo. Es una angustia impresionante que nunca podré olvidar cuando mi hijo levantaba su mano implorando piedad mientras le seguían dando patada tras patada. Y tenía esa sensación como madre de tirarme sobre él, de poder ayudarlo para que esas patadas fueran para mí, porque yo daría mi vida por mi hijo. Era un chico bueno, decente, que nunca creyó en la maldad. Cuando se fue, yo le dije: ‘Cuidate mucho Fer, cuando haya una pelea tratá de huir y de buscar a alguien para que te ayude’. Él siempre me decía: ‘No creo en la maldad’. Yo solo pido justicia por mi hijo. Quiero que paguen lo que le hicieron. No le tuvieron piedad. Solo deseo justicia”.

Inmediatamente después, Tomei comenzó su alegato y manifestó: “Después de escuchar a la señora, no puedo menos que conmoverme. Todo dolor es inmenso y la pérdida de un hijo es una de las peores cosas que le pueden pasar a un ser humano. Tengo que hablar después de la señora y me siento en un plano de inferioridad”.

En tanto, se espera que al finalizar los alegatos los ocho rugbiers digan sus “últimas palabras” al igual que los padres del joven estudiante de abogacía asesinado.

La estrategia de Tomei esbozada durante el debate oral se basó en demostrar que el crimen del joven estudiante de abogacía fue en el contexto de una pelea, por lo que sus lineamientos podrían apuntar hacia un “homicidio en riña o agresión”, que según el artículo 95 del Código Penal prevé una pena de entre 2 y 6 años de prisión.

Finalmente, se les otorgará el derecho a sus “últimas palabras” a los imputados Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23).

Las denominadas “últimas palabras” son una garantía prevista en el artículo 368 del Código Procesal Penal bonaerense, que establece que, como último acto, el presidente o la presidenta del tribunal “preguntará a la persona imputada, bajo sanción de nulidad, si tiene algo que manifestar” y luego “cerrará el debate”.

En los casos de Viollaz, Benicelli y Comelli, será además la posibilidad de decir algo por primera vez desde que el juicio se puso en marcha el último 2 de enero, ya que son los únicos tres acusados que no rompieron su silencio durante las 13 jornadas de testimonios.
Fuentes cercanas a la acusación particular indicaron que ambos padres tienen intención de hacer uso de ese derecho, y en caso de que la presidenta del tribunal, María Claudia Castro, lo permita.

A continuación, Castro anunciará la fecha de la sentencia, que podría darse a conocer el 30 o el 31 de enero próximos.

La instancia será transmitida por el canal de Youtube de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, como ocurrió con la apertura del juicio.

En la primera jornada de alegatos, tanto el Ministerio Público Fiscal y los abogados de la familia Báez Sosa coincidieron en pedir la prisión perpetua para los ocho acusados al considerarlos coautores del delito de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas” en concurso ideal con las “lesiones leves” por la golpiza a los amigos de la víctima.

En su alegato, Dávila aseguró que los ocho imputados son “coautores” del homicidio porque tuvieron “el co-dominio del hecho, la posibilidad de emprender, proseguir y detener el curso causal del delito”.

De esta manera, el fiscal ratificó la acusación que postuló al comenzar el juicio el 2 de este mes, al afirmar que todos los imputados tuvieron una participación activa en el crimen del joven estudiante de abogacía.

Al igual que en las audiencias anteriores, los padres de Fernando, Silvino Báez y Graciela Sosa, estuvieron presentes durante toda la jornada que continuó por la tarde con los alegatos de sus abogados Fernando Burlando, Fabián y Facundo Améndola.