El Centro de Producción y Capacitación Parada Oeste inauguró ampliación y reformas
En Seguí 6652 funcionan emprendimientos de baldosas, cosmética y textiles; constituye un destacado ámbito de inclusión sociolaboral y educativa en el marco de las políticas de Economía Social
Vecinas, vecinos, instituciones, organizaciones del territorio y autoridades participaron este martes 13 de diciembre de la inauguración de la ampliación y reformas de los espacios productivos que conforman el Centro de Capacitación y Producción “Parada Oeste”, ubicado en bulevar Seguí 6652. Además, compartieron una muestra de las actividades desarrolladas durante el año y recibieron los certificados de su fin de curso.
“Estamos inaugurando la ampliación de este Centro de Capacitación y de Producción aquí en el oeste de la ciudad, que alberga una fábrica social de baldosas, que permite darles equipamientos a distintos espacios públicos de la ciudad y darle trabajo a un grupo de jóvenes que son parte del Programa Nueva Oportunidad, también hay un taller textil y centro de estética, además de un espacio de informática”, ponderó el secretario de Desarrollo Humano y Hábitat, Nicolás Gianelloni.
Y amplió: “Todo esto nos permitirá brindar distintos tipos de capacitación a jóvenes, vecinas y vecinos, y generar oportunidades de empleo; creo que ésta es la mejor forma en que podemos cambiar la situación que estamos viviendo, que la gente tenga laburo, y que nosotros les podamos decir a los pibes del barrio que pueden salir adelante laburando y que la mala junta no los lleve para otro lado”, mencionó.
Por su parte el director General de Nueva Oportunidad, Luciano Vigoni, destacó la continuidad de las políticas públicas en el territorio a lo largo del tiempo. “Esto se da en el corazón del barrio La Lagunita, y es el hecho de construir un centro productivo donde se hacen baldosas de diseño, donde hay cosmética, donde hay costura y donde los jóvenes tienen la posibilidad de cursar una escuela secundaria virtual, para poder pensar, desde lo productivo, desde lo educativo, pero sobre todo a partir del vínculo humano, no solamente cómo reducimos los niveles de violencia, sino cómo producimos, cómo construimos otra subjetividad que tiene que ver con el colectivo”, amplió.
“Para muchos esta es la única posibilidad, la única herramienta para transformar la realidad y sobre todo para generar una sociedad un poco más igual, pero por sobre todo más solidaria. Donde lo que ordene no sea el consumo, sino la vida y el sentido de la vida y más si es colectivo”, continuó Vigoni.
El titular del Nueva Oportunidad reseñó la trayectoria de la unidad productiva, “un espacio colectivo de producción de bienes y servicios”, donde “en principio la comercialización se dio por monotributo y donde hoy Economía Social es una parte importante del proyecto, es la responsable de este lugar”.
Tal como reseñaron los funcionarios, en este ámbito productivo de la Economía Social funciona una fábrica de baldosas tricapa de cemento pigmentado, de diversos tamaños, y adoquines articulados hexagonales, ambos de alta resistencia al tránsito. Asimismo, fabrican baldosas especiales en bajorrelieve y revestimientos calcáreos para zócalos y paredes, elaborados en módulos de cemento pigmentados. También funciona un centro de estética, donde realizan distintos tratamientos de belleza y trabajo de manicuría, maquillaje y depilación. Y a la par, con la llegada de las máquinas de coser y, con la ayuda de una capacitadora, iniciaron la confección en pandemia de cubrebocas, junto a Descendientes de Victoria, una organización del barrio, iniciativa que ahora amplían con trabajos de marroquinería, remeras, banderas y trabajos de serigrafía.
Los productos que realizan en los talleres de costura se venden en ferias y también en el Mercado del Patio, y el espacio de estética está abierto a la comunidad, cuentan desde el Nueva Oportunidad. “Los dos son procesos de muy larga data, con pibas y pibes que son de acá, de La Lagunita y El Eucaliptal, pero que sobre todo vienen de un proceso de trabajo en donde el oficio no solamente es lo que regula, lo que regula es un colectivo, con su docente y acompañante, donde uno va transitando esto de formarse y ser parte de la producción asociativa”, cierra Luciano Vigoni.
Claudia Manassero, coordinadora del Centro de Capacitación y Producción Parada Oeste, señaló: “Trabajamos en el marco del Plan Cuidar y bajo el paradigma de las instituciones que ayudan a garantizar derechos, y creen en el protagonismo y la participación de los que transitan en este espacio, porque creemos que es la manera de fortalecer las instituciones democráticas”.
“Esta casa alberga capacitaciones cortas, para gente de todas las edades, y capacitaciones anuales destinadas a jóvenes de entre 18 y 30 años en el marco del Programa Santa Fe Más”, dice Manassero. Y menciona que hicieron barbijos en pandemia, y que entre los cursos cortos están el de huertas aromáticas, pastelería y decoración. “Además, contamos con el bachiller del Nuevo Oportunidad y próximamente sumaremos el programa Comunidades Digitales con la colaboración del Polo Tecnológico Rosario y la Asociación Civil Nodo Tau para el equipamiento, capacitación y formación de jóvenes”, concluyó la titular de Parada.
Por otro lado, la directora del Centro Municipal Distrito Oeste, Daiana Gallo Ambrosis, describió la presencia del Estado municipal en esa zona: “No solamente está Parada Oeste, enfrente está el Centro Cuidar y a metros el Centro de Salud “Luchemos por la vida”, a unas cuadras el Polideportivo Deliot, lo que demuestra que hay una decisión política de sostener e ir incrementando servicios para esta población y todo el Distrito Oeste”.
La voz de los nuevos emprendedores
Hugo Neri Maidana llegó al Centro Parada Oeste “hace 3 años” -cuenta-, se capacitó y comenzó trabajando en la producción de baldosas, adoquines y revestimiento.
“Una enfermera del Centro de Salud me dijo lo que pasaba acá y me acerqué, me anoté, me capacitaron y ahora vamos con nuestra Unidad Productiva, hasta el momento todo está muy bien”, remarcó Hugo.
Yesica Heredia forma parte del grupo textil: “Nos capacitamos para poder tener un laburo y ser una buena emprendedora, en las ventas, en todo nos capacitamos”, indica y agrega: “Tanto, que ya manejamos máquinas industriales, familiares y hacemos serigrafía”. Arrancaron poniendo cierres y ahora esperan la segunda parte para terminar haciendo alta costura, aporta su docente.
Cuando analiza su futuro en este rubro, lo que espera “es poder generar un producto de calidad, la verdad me gusta mucho crear ropa y poder cocerla y bueno, a la larga me gustaría seguir y el crear mi propio taller y seguir haciendo ropa que es lo que más me gusta y lo veo como una buena salida laboral”. Antes de pasar por el taller de costura Yésica pasó por el taller de manicuría, esperaba concretar una unidad productiva y llegó la pandemia y se frustró, cuenta. Y ante la propuesta de realizar un taller de costura, no lo dudó y lo hizo, y hoy está orgullosa de su nuevo oficio.