El Festival Bandera hizo historia en Rosario

La quita edición trajo una grilla ambiciosa plagada de referentes de la música. Tres escenarios al aire libre, veinticinco mil personas y mucha euforia juvenil en la Ex Rural, fueron el punto cumbre de un álgido fin de semana

 El festival Bandera se convirtió en una marca registrada de Rosario, incluso trasciende el caprichoso corset de “festival”. Es todo un acontecimiento en una ciudad donde la cultura es un punto crucial. Más de 26 bandas fueron protagonistas de una jornada extensa, repleta de entusiasmo, energía y melodías que atraviesan generaciones. Ésta quinta edición, totalmente agotada, fue superlativa, no solo en convocatoria sino también en el crecimiento que mostró un trabajo al detalle. Más allá de una logística impecable para ingresar y salir, la llegada festival introduce otra dimensión, como un parque de diversiones para gente adulta que vibra en la frecuencia del disfrute. La música amansa a las fieras, y es necesaria en un contexto virulento que las melodías aúnen. Lucky Rivers fue el primer artista en salir a escena, difícil tarea y consumada con éxito a través de sentidas canciones que recorrieron parte de “Actemio” y del nuevo material. Al unísono en el Escenario Bandera, un poco más alejado, se presentaba Barfeye, seguido por Mica Raciatti, una de las mejores voces de la ciudad.

 Ésta fusión poderosa entre concierto de rock y crisol de ritmos, pic nic y parque de diversiones continuó con los vientos estridentes de Calipe Family, que pusieron a bailar a la multitud que iba llegando al predio, con sombreros que los protejan del sol de media tarde con un viento sutil que amenizaba la temperatura. Clima ideal. Muchos agolpados contra las vallas lo más cerca posible del escenario y otros reposando en el pasto, escuchaban la vibrante voz de Luz Gaggi, que se lució en el escenario, al igual que la aterciopelada voz de Zoe Gotusso que puso a cantar a todos en temas como “Ganas”, “Pensando en ti” y “Cuarto creciente”. Más tarde subiría al escenario Sur para compartir “Carta para no llorar” junto a El Kuelgue. Indios volcó toda la energía indie, atravesando la pasarela bajo la pantalla inmensa que dividía los dos escenarios en temas como “Jullie” y “Geografía”. En sintonía y a varios metros Feli Ruiz, Blair y Chita iban acaparando en escenario más lejano e igual de concurrido con su proeza sonora.

 Usted señalemelo demostró su solidez compositiva y musical en el escenario Norte, dando ecuanimidad a una luminosa tarde con canciones más sombrías. En contraste, El Plan de la Mariposa encendió el escenario ladino con odas a la transmutación en sus temas recientes y otros como “La vida cura”, “Romance con el desapego” y “El riesgo”.  La llegada de Dillom fue la más esperada y el acto más sorprendente de todo el festival. Bestial, genuino y visceral, recorrió una buena parte de “Por Cesárea” y algunas del disco anterior como “220”. La gente cantó a los gritos y lograron el pogo más voraz de la jornada. Peces raros irrumpió luego con una propuesta más disruptiva, con el foco puesto en lo visual y la electrónica en un juego hipnótico con exquisitez en arreglos. Rompiendo el clima, llegó Guasones con toda la potencia rollinga, del auténtico rock & roll. Todo convive en el Festival Bandera. “De tu lado”, “Down”, baladas como “Me estás tratando mal” y “Cien años”, y la infaltable “Reyes de la noche”, son algunas de las que sonaron en un set breve pero efectivo.

 Turf es imprescindible en los festivales, por eso lograron uno de los picos más altos en el escenario Bandera. “Kurt Cobain” seguida de “No se llama amor”, dieron paso a otras inmortales como “Pasos al costado” y “Loco un poco”. Antes brilló Santiago Motorizado en el mismo escenario, reluciendo su faceta solista. Al unísono, del otro lado del predio se encontraba El Kuelgue, desplegando ingenio e histrionismo desde el comienzo con “Peluquita” y “Sinoca”, hasta el final con “Circunvalación” y “En avenidas”. Otro de los artistas de mayor expectativa fue Trueno. Con escenografía renovada sobre el escenario norte, y por lo alto de una tarima luminosa, comenzó llevando la esencia del trap a la cúspide. Potencia, frescura y eclecticismo demostró en canciones como “Real gangsta love” y “Dance Crip”. A su vez se presentaba Estelares a lo lejos con varios de sus hits, como “Es el amor”, “Aire”, “Ella dijo” y “Día perfecto”; dando paso a la crudeza de Eruca Sativa.

 Promediando el final, Babasónicos se apoderó de la noche con autoridad reverencial. “Tajada” marcó el inicio con aires de novedad seguida de “La izquierda de la noche”. Los clásicos fueron cantados a los gritos por la multitud en la Ex Rural: “Sin mi diablo”, “Putiita”, “Microdancing”, “El colmo”, “Fizz”, “Carismático”, “Yegua”, “Y qué?”. El cierre del festival estuvo en manos del DJ Mariano Mellino, en medio de los dos escenarios con una puesta impactante al estilo Tomorrowland. Del otro lado, Cielo Razzo tocaba “Sin salida” y las canciones finales de una jornada intensa. 2:30 am y la energía sobrevuela con el predio vaciándose, nada quedó por entregar.

 

Lucas Rivero

FOTOS: @cecicordobaph