El Gobierno les pedirá a las empresas que paguen un bono extra por la inflación
Tras el acuerdo con la UIA y la CGT, buscan negociar una compensación para los privados por la suba de precios. El Gobierno ya dispuso un bono para los jubilados. Descartan un decretazo
No habrá decretazos, ni imposiciones, prometen. En esta nueva línea dialoguista, el Gobierno les pedirá a las empresas que otorguen un bono extra a sus empleados para compensar la aceleración inflacionaria de los últimos meses. Esta es una de las propuestas que llevarán para negociar con la UIA y la CGT la semana próxima, tras la firma “del acuerdo tripartito” de anteayer. El objetivo final de ese acuerdo es definir medidas para frenar el alza de precios y para afrontar la crisis energética.
Fuentes oficiales calificadas confiaron que las rondas de encuentros con empresarios y sindicalistas comenzarán el martes que viene. Y que el pedido del “refuerzo adicional” a las paritarias es uno de los ejes de las negociaciones, pero no el único. Aunque buena parte del equipo económico está convencido de que los controles de precios fracasaron, aspiran al armado de una nueva canasta con 50 o 60 productos que fije precios de referencias en todo el país. Y que llegue a todos los formatos comerciales: supermercados, autoservicios, almacenes y tiendas.
Desde el Gobierno reconocen que “la mano dura” que encabezó el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, fue ineficaz. Por ese motivo, el presidente, Alberto Fernández, convocó a las empresas y los gremios a consensuar. “Hemos probado mil formas, nos peleamos, discutimos, algunas veces nos bombardearon. Por qué no nos sentamos en una mesa, hagamos una especie de terapia de grupo y encontremos una solución dialogada”, dijo Fernández, en un concurrido evento en el CCK.
Dos días después de eso, el ministro de Economía, Martín Guzmán, organizó una cumbre junto al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y su par de Trabajo, Claudio Moroni, en la que se pactó crear una mesa de trabajo para generar “propuestas de medidas y coordinar acciones que permitan enfrentar de manera más efectiva el problema de la inflación”, entre otras cosas.
“Los resultados de la reunión fueron muy auspiciosos”, celebran en el Gobierno. Creen que de esta manera, con más diálogo que amenazas, podrán avanzar en forma consensuada con el sector privado en medidas para frenar el alza de precios y también “para fortalecer la recuperación económica”. Uno de esos aspectos tiene que ver con los ingresos de los asalariados. La idea oficial es acordar un adicional para los trabajadores. “Los sueldos tienen margen para aumentar, hoy están en los niveles más bajos desde 2011”, sostuvo una fuente.
El resultado del acuerdo tripartito con la UIA y la CGT produjo entusiasmo en los despachos oficiales. Las partes tienen previsto reunirse una semana antes de que se conozca el dato de inflación de marzo. Las consultoras privadas estiman que el índice estará un poco por debajo del 6%, muy por arriba del 4,7% de febrero y al 4,3% de marzo del año pasado. Lo que más preocupa es que los alimentos suben muy por arriba del promedio.
Justamente por esto último, en el Gobierno creen que las políticas de Feletti, y la de su antecesora en el cargo Paula Español, resultaron estériles. Esto no implica eliminar Precios Cuidados, cada vez más cuestionado internamente, aunque no se diga públicamente. El programa abarca hoy a 1.321 artículos, cuyos precios se ajustan trimestralmente. En estos días, Feletti negocia la actualización de precios de la lista, que entrará en vigencia el 7 de abril.
En paralelo, el Gobierno ofrecerá armar una nueva canasta acotada de artículos en base a propuestas de los proveedores, pero que “ellas también garanticen su llegada y visibilidad en todo el país”. La idea es que cada producto sea una referencia del precio para cada categoría.
La lectura sobre los precios de los alimentos que prevalece hoy es sustancialmente distinta. Golpeado por los malos indicadores, el propio Feletti reconoció públicamente que “la inflación de marzo viene mal” y que la inflación no se resuelve porque “la Secretaría de Comercio lance 4 canastas”. Al contrario de cuando asumió, en octubre del año pasado, cuando impuso un congelamiento de facto por 90 días, Feletti declaró anteayer que “milagros uno no hace”.
Para el gabinete económico, el pacto tripartito con la UIA y la CGT es el comienzo de una nueva etapa. Si las conversaciones prosperan, tienen previsto sumar otros rubros y sectores a la mesa de concertación, entre ellos el campo, la construcción y el comercio. El objetivo no sólo es discutir una recuperación salarial (la prioridad es que los salarios le ganen a la inflación, repiten en la Casa Rosada) y profundizar la lucha contra la suba de precios. “Queremos sostener la recuperación de la actividad”, dicen.
También sobrevuelan otras ideas para llevar a la mesa de trabajo. Una de ellas tiene que ver con el alto impacto en los precios de los alimentos frescos: frutas y verduras. Es uno de los mercados más fragmentados del rubro y las fuertes subas se contraponen con la de los envasados. “Los alimentos industrializados suben muy por debajo de la inflación promedio”, razonó la fuente.
La primera cita es el martes próximo. El Gobierno y las empresas harán los primeros planteos para abordar las enormes dificultades que atraviesa la economía argentina.