El Mató a un Policía Motorizado se presentó en el Bioceres Arena
La banda platense presentó “Súper Terror” en un concierto repleto, donde también repasaron los temas clave de su trayectoria
Durante una hora y cuarenta y cinco, El Mató a un Policia Motorizado entregó un show fuera de los parámetros de lo predecible. La banda suena como una bocanada de aire fresco, y logran en vivo un sonido superlativo al disco, más allá del volumen. El concepto visual que propone Él Mató juega con las sombras y el claroscuro, lejos de los reflectores frontales, los músicos son captados a la penumbra, por el rebrote de los luces de colores y las ilustraciones estridentes de la pantalla de fondo. El foco y la energía estuvo puesto en las canciones como un todo compacto y armonioso, y el sonido envolvente es parte crucial de la experiencia, en lugar de buscar un forzado estímulo visual permanente. El Bioceres Arena fue el sitio adecuado para éste tipo de espectáculo. Por más que las localidades estaban casi agotadas, el público pudo disfrutar en comodidad y desplazarse sin inconvenientes. A las 22:15, con las luces bajas y el título del álbum proyectado en pantalla, se tomaron su tiempo para ubicarse en el escenario. “Nuevos discos” fue el tema que desató el huracán.
“Un segundo plan”, estuvo bien ubicada en segundo lugar del setlist, en tono naranja predominante y rayos blancos dirigidos al público. “La noche eterna” es de las canciones que desatan un sutil halo de nostalgia, y otras producen una emoción medida, como las odas a la amistad. “El perro” y “Amigo piedra” fueron las más cantadas de la noche, al igual que la potente “Más o menos bien”. Santiago Motorizado es el anti-frontman. Desde una connotación superadora, desprovisto de grandilocuencia ni presiones. El artista se apodera del escenario con su pujante capacidad vocal, despojado del ego mal colocado de una voz líder y muy bien amalgamado a los músicos, todos se hallan en el mismo eslabón, nadie desentona. “Moderato” y “Tantas cosas buenas” sonaron junto con las recordadas “Diamante roto”, “Medalla de oro” y “Yoni B”. Luego llegaron dos perlas fundamentales de ‘La Síntesis O’Konnor’: “Destrucción” y “El tesoro”, hit de El Mató a un Policia Motorizado por antonomasia.
De pocas palabras, sin speech y con sentida gratitud, el cantante expresó mucho de forma concisa. Con luz azul en fade a índigo sonó el tema más breve del show dando paso a la celebrada “El mundo extraño” y “Coronado”. En un trance sonoro que jugó con la cacofonía en una pausa prolongada, el interfaz llegó a “El universo”. Cada tema de la banda propone un viaje y parecen estar distanciados del concepto lineal de principio y fin. Después de “Fuego” y “Ahora imagino cosas” se aproximaba el final del show, que casi siempre es el punto cumbre de celebración. En “Chica de oro” todos le cantaron a ‘Jenny’, seguída de “Mi próximo movimiento”. Un bis siempre funciona como arma de juego con la ansiedad de modo amable. Sin hacerse rogar demasiado volvieron al escenario para despedirse con “Chica rutera”, entre distorsión, flashes y luz de estrobo. El Mató a un Policia Motorizado nunca tuvo, ni tiene, nada que demostrar.
Lucas Rivero