En Argentina se pagan sobreprecios de hasta $3 millones en autos 0Km
Locura en el mercado automotor. Modelos locales como Toyota SW4, Peugeot 208 y las pick ups están entre los más demandados. Las concesionarias podrían vender 600.000 0Km, pero la oferta no llega a 400.000
Fue hace poco menos de dos años cuando, en plena cuarentena con locales cerrados y la gente en sus casas, el dólar blue se disparó arriba de los 100 pesos y rápidamente mucha gente salió corriendo subrepticiamente a comprar a precio “de regalo” decenas de miles de autos que juntaban polvo en las concesionarias. Por aquellos meses, la cámara que agrupa a los concesionarios, ACARA, sostenía que había tantos cero kilómetro amontonados en sus salones que equivalían a seis meses completos de ventas.
Hoy es exactamente al revés, por la combinación de falta de dólares en el mercado interno y la restricción que hay en el mercado internacional por la crisis de los chips.
En las concesionarias, aun las que venden modelos de producción local, es casi imposible conseguir un cero kilómetro sin una demora de al menos 60 días y la norma aceptada por buena parte de los compradores es que deben pagar un sobreprecio de entre 10% y 20% del valor del vehículo para lograr un plazo de entrega más o menos razonable.
Entre los modelos más demandados hoy están al tope los de producción local: todas las pick ups (Toyota, Ford, Volkswagen y Nissan), y autos tipo sedán como Peugeot 208 y Chevrolet Cruze. No hay en cambio noticias de sobreprecios “demasiado” exagerados alrededor del Fiat Cronos, otro modelo local que fue el más vendido del año pasado.
Esa búsqueda por parte de los compradores se decanta un poco por elección y también por la política oficial: el Gobierno es muy restrictivo a la hora de autorizar importaciones de autos, pero no pone trabas para importar las autopartes necesarias para fabricarlos acá. En este renglón, en cambio, talla la escasez mundial de semiconductores, así como a la escasez de espacio en los barcos portacontenedores.
La oferta de los vehículos de producción local es manejada por cada terminales automotriz, que suelen hacer equilibrio entre las unidades que venden a las concesionarias (mercado interno) y las que destinan a la exportación, para conseguir dólares. En promedio, de cada diez vehículos locales, las terminales exportan entre seis y siete.
En ese contexto, de mayor demanda que oferta, los vehículos aumentaron de precio, sólo el año pasado, un 70%, casi 20 puntos porcentuales por arriba de la inflación, según datos de ACARA.
De la misma manera, la inflación también llegó a los sobreprecios, como lo indica el siguiente ejemplo, que confió un revendedor de autos que hace de intermediario con varias concesionarias oficiales, de distintas marcas.
“Yo estoy por hacer una operación de una Toyota SW4 que tiene un precio oficial de 9 millones de pesos y el comprador está poniendo 12 millones de pesos para tenerla ya. Si quisiera comprarla a precio oficial, le toman una seña a 12 meses, con el precio abierto. En pesos, el incremento promedio de los vehículos ronda el 4% o 5% mensual, de modo que para muchos compradores un sobreprecio de 25% o 30% es lo mismo a evitarse seis meses de demoras”.
Pero aun dentro de esa lógica, donde lo que importa es conseguir el vehículo aun pagando un sobreprecio de 25%, lo llamativo es dónde está la parte difícil de la discusión: no es en el precio, sino en quién se hace cargo de la parte en negro.
“A este cliente el vehículo se lo paga la empresa y ahora lo que están discutiendo es quién paga el sobreprecio. La empresa quiere la factura, pero la concesionaria no le va a emitir por un peso más de lo que indica la lista de precios oficial, que son entre 9,1 y 9,3 millones de pesos, de modo que hay casi tres millones de pesos en negro. Pero como nadie sabe si más adelante va a haber autos, por eso es que el cliente no se retira y siguen conversando. El mercado está enloquecido”.
Durante 2021 fueron patentados menos de 390.000 vehículos cero kilómetro, prácticamente la mitad de los 700.000 a 900.000 vehículos que se vendieron durante períodos como 2011-2014 (segundo mandato de Cristina Kirchner) o 2016-2018 (primeros tres años de Macri).
La razón de unas ventas tan bajas durante el año pasado no habría que buscarla ni en la pandemia ni en la demanda, sino en la cada vez más escasa oferta. Así lo aseguró Ricardo Salomé, titular de ACARA.
“Sabemos que la demanda normal del mercado argentino no baja de las 600.000 unidades anuales, nosotros en las concesionarias tenemos una estructura preparada para vender 700.000 unidades al año. De haber tenido más autos disponibles, los patentamientos hubieran sido mayores”.
Uno de los principales concesionarios de la marca Fiat, cuyo modelo Cronos lideró las ventas del año pasado, puso en números esa falta de oferta.
“Nosotros le pedimos a la terminal 40 autos y nos entregan entre 10 y 12. Es al revés que hace tres años, cuando no queríamos tener más vehículos amontonados y las terminales nos exigían que les compráramos más”.
Uno de los principales vendedores oficiales de las marcas Ford y Volkswagen señaló que, tras la prolongada parada técnica que hicieron las fábricas locales, ahora está comenzando a haber más unidades de fabricación local.
“En lo que es nacional ya empieza a haber más volumen, ya que todas las terminales finalizaron sus semanas de vacaciones. La problemática se sostiene en todo lo que son unidades importadas, por el volumen de aprobación de SIMIs”.
Las SIMIs, como dicen en automotrices y concesionarias, son una referencia al Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI), a través del cual la Secretaría de Industria del ministerio de Desarrollo Productivo decide cuántas unidades autoriza a importar a cada marca.
Las automotrices con más volumen de exportación son las que tuvieron mayor cantidad de autorizaciones a lo largo del año pasado: Toyota, Stellantis (Fiat y Peugeot), Ford, Volkswagen, Nissan y Mercedes Benz. También hubo autorizaciones para ingresar vehículos de General Motors y Renault.
Las marcas que no tienen fábrica en la Argentina, obtienen autorizaciones en cuentagotas: según la Cámara de Importadores y Distribuidores de Automotores (CIDOA), sus ventas en conjunto representan 3% de los patentamientos totales.