Escándalo millonario complica a Juan Monteverde, ¿su padre testaferro de Juan Grabois?
El portal de noticias puntobiz apunta a una empresa del padre del concejal de Ciudad Futura que participó en la urbanización del barrio Nuevo Alberdi y tuvo a la agrupación política como intermediaria. Serían $ 6M los que se alzó el padre de Juan Monteverde, ¿todo queda en familia?
Millonarios desmanejos del fondo Fisu (Fondo de Integración Urbana) administrado durante el gobierno kirchnerista por allegados a Juan Grabois tiene su capítulo en la ciudad y salpica al ex candidato a intendente por el Peronismo Juan Monteverde y a su padre.
Esta semana se dieron a conocer los fideicomisos que tiene el Gobierno Nacional y que gastan millones sin pasar sin ningún control de la administración.
Medios porteños (ver Clarín del 22/2/2024) señalaron que el Fisu manejó un presupuesto de 1200 millones de dólares.
El Fisu durante la gestión de Alberto Fernández era manejado por Fernanda Miño, mujer ligada al líder piquetero y político Juan Grabois.
Según fuentes de la auditoría, la mayoría de los trabajos del Fisu fueron a parar a obras de escasa envergadura, como veredas o cordones cuneta, hay muchas intervenciones no finalizadas.
Aquí en Rosario las obras del Fisu estaban destinadas a un plan de siete obras a desarrollarse sobre un espacio de 147 hectáreas del barrio Nuevo Alberdi, anunciado en 2020, un proyecto cuya implementación tuvo su custionamientos.
El plan realizado con fondos oficiales recogió la iniciativa del grupo de izquierda Ciudad Futura, liderado por el ex candidato a intendente Juan Monteverde, quien hace años usurpa algunas héctareas con la excusa de un “tambo social”.
El escándalo
Se supo de la contratación de una consultora, que recayó en la Asociación Civil Instituto de Gestión de Ciudades (IGC), liderada por Roberto Monteverde, el padre del referente de Ciudad Futura, Juan Monteverde. La consultura recibió la cifra sideral de $6M, sólo por la realización de tareas previas al diseño de un plan de urbanización para la zona.
El plan rosarino estipulaba la contratación de cooperativas sociales para realizar cuanto menos el 25% de los trabajos. Hasta ahora sólo se realizaron ejecuciones de obras menores.
Cabe mencionar que se está auditando la caja formidable que manejaba Grabois y Monteverde con el Fisu, que se nutría del 9% de la recaudación del impuesto PAÍS. A esto lo apuntan como una “caja negra de la política”.