La Canasta Básica aumentó un 5,9% en marzo y una familia tipo necesitó más de $1.100.000 para no ser pobre

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Durante el tercer mes del año, la variación mensual de la canasta básica alimentaria (CBA) fue de 4% mientras que la de la canasta básica total (CBT) fue de 5,9%

El costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) pegó un salto de 5,9% en marzo, lo cual significó la variación mensual más elevada desde marzo del año pasado. Asimismo, la Canasta Básica Total (CBT) aumentó 4%, el dato más alto desde septiembre.

Vale recordar que la CBA determina el umbral de indigencia, mientras que la CBT mide la línea de pobreza. Por lo tanto, de acuerdo a los datos reportados por el INDEC este viernes, una familia «tipo» (compuesta por dos adultos y dos niños) necesitó en el tercer mes del año $495.616 para no caer en la indigencia y $1.100.267 para no ser pobre.

La aceleración de las canastas básicas se dio en línea con la mayor inflación general reportada por el mismo INDEC en esta jornada. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) trepó 3,7%, bastante por encima del 2,4% de febrero.

El mayor impulso lo dio la división de alimentos y bebidas, con un alza del 5,9%. Dentro de la misma resaltaron los aumentos en verduras y carnes.

Esto explica por qué la CBA presentó un mayor incremento que la CBT. Dentro de los productos no alimenticios se destacaron los aumentos en educación (por el inicio de clases) e indumentaria. Por debajo del IPC general subieron las divisiones de vivienda, salud y transporte.

Vale recordar que la CBA se determina tomando en cuenta los requerimientos nutritivos impresindibles para que un «adulto equivalente» (varón adulto de entre 30 y 60 años, de actividad moderada), cubra durante un mes esas necesidades. A su vez, se seleccionan los alimentos y sus cantidades en función de los hábitos de consumo de la población a partir de la información provista por la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo).

Para determinar la CBT se amplía la canasta alimentaria utilizando un coeficiente que evalúa la relación entre los gastos alimentarios y los gastos totales observados en la población de referencia.