La justicia brasileña afirmó que mandó a detener a Bolsonaro porque quiso romper su tobillera electrónica

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El exmandatario brasileño fue detenido este sábado de manera preventiva por orden del Supremo Tribunal Federal (STF) de ese país

El expresidente Jair Bolsonaro intentó romper la tobillera electrónica en un intento por fugarse durante una manifestación que se había organizado frente a su casa en Brasilia, donde cumplía hasta este sábado prisión domiciliaria.

Así lo aseguró en su fallo el presidente de la Corte Suprema brasileña, Alexandre de Moraes, quien este sábado ordenó la detención preventiva de Bolsonaro y su traslado a una cárcel.

Según el Centro de Monitoreo Integrado de Brasilia, el dispositivo fue vulnerado en las primeras horas de este 22 de noviembre. Para el juez Moraes, esto demuestra la intención del expresidente de “romper la tobillera electrónica para asegurar el éxito de su fuga”, durante la vigilia convocada por su hijo Flávio Bolsonaro.

En un documento judicial, Moraes enfatiza la “repetición del modus operandi” de movilizar a sus simpatizantes para crear confusión y promover sus propios objetivos.

En esa línea, el titular de la Corte Suprema brasileña destacó que la casa de Bolsonaro ubicada en Brasilia se encuentra a 13 kilómetros de la embajada de Estados Unidos.

Según informó la cadena Globo, el Supremo Tribunal Federal dispuso la prisión preventiva del exjefe de Estado “para garantizar el orden público”.

Los motivos detrás de la detención de Jair Bolsonaro

La Policía Federal informó oficialmente que cumplió con un mandato de prisión preventiva emitido por el STF. Bolsonaro quedó alojado en una sala de Estado, un espacio reservado para expresidentes y otras figuras públicas de alto rango.

El exmandatario ya se encontraba bajo prisión domiciliaria desde el 4 de agosto, por decisión del juez Alexandre de Moraes, quien lo acusó de violar medidas cautelares.

Moraes sostuvo en su momento que Bolsonaro utilizó redes sociales de aliados, incluidos sus tres hijos parlamentarios, para difundir mensajes que instigaban ataques al Supremo Tribunal Federal y apoyaban la intervención extranjera en el Poder Judicial brasileño.

En septiembre, la SFT condenó a Bolsonaro a 27 años y 3 meses de prisión por intento de golpe de Estado. Aunque, esta sentencia aún no está firme y sigue en etapa de apelaciones. La detención de este sábado, según aclararon fuentes judiciales, no está vinculada directamente a esa condena.