La ola de calor pone en jaque el sistema eléctrico y Chile vuelve a suministrar gas para reforzar la generación en el Norte argentino
Las altas temperaturas de los últimos días llevaron a un pico en el consumo energético y el lunes se registraron cortes masivos en varias provincias del NOA y NEA
La ola de calor que atraviesa gran parte de la Argentina desde el último fin de semana generó una crisis energética que ya se venía anticipando hace unos meses. Para paliar la cuestión, el gobierno de Javier Milei gestionó una importación de emergencia de gas desde Chile.
La medida busca hacer frente a la creciente demanda de energía, impulsada por el uso masivo de equipos de refrigeración y el sobreesfuerzo del sistema eléctrico.
Desde el domingo, el país vecino comenzó a suministrar un millón de metros cúbicos diarios de gas natural, una cantidad modesta, pero clave para reforzar la generación en las centrales térmicas del Norte del país, donde más allá de cierto alivio que llegó con las lluvias en el centro, las altas temperaturas continúan
El anuncio fue realizado por la Cancillería de Chile, que destacó “la cooperación bilateral como una herramienta para mitigar la crisis energética argentina”.
Según el comunicado oficial, el suministro de gas es resultado del trabajo conjunto entre los ministerios de Energía y Relaciones Exteriores chilenos, en coordinación con la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP).
La Secretaría de Energía de Argentina formalizó el pedido a través de la embajada en Santiago, estableciendo el marco para el transporte del gas a las provincias de Salta y Chaco mediante el gasoducto NorAndino y la red de Transportadora de Gas del Norte (TGN).
Esta es la segunda vez en lo que va del año que Argentina recurre a Chile para abastecerse, pese a que el país trasandino no es productor. El combustible importado proviene de cargamentos de gas natural licuado (GNL) que fueron regasificados y enviados a Argentina, lo que incrementa considerablemente su costo.
Ola de calor y cortes de luz en el interior
El impacto de la ola de calor se sintió con especial crudeza en las provincias del Centro, Noreste (NEA) y Noroeste (NOA), donde miles de usuarios experimentaron cortes de electricidad el lunes por la tarde.
En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), unas 55.000 personas quedaron sin servicio, aunque en esta oportunidad la crisis energética tuvo mayor incidencia en el interior del país.
El consumo energético alcanzó un pico de 28.584 megavatios (MW) el lunes, quedando a solo 1.069 MW del récord histórico de 29.653 MW registrado el 1° de febrero de 2024.
Entre las 14 y las 16 horas, cuando las temperaturas superaban los 40°C en varias provincias, la sobrecarga de la red generó colapsos en distintos puntos del país.
En Córdoba, la Empresa Provincial de Energía (EPEC) registró un descenso abrupto en la demanda, que pasó de 2.400 MW a menos de 1.370 MW en cuestión de minutos, evidenciando problemas en la distribución local.
Desde la empresa Transener, responsable del transporte eléctrico de alta tensión, aseguraron que los cortes no fueron provocados por fallas en su infraestructura, sino por limitaciones en los sistemas provinciales del NEA y NOA.
En el caso del Noreste, la situación fue especialmente crítica, con al menos tres grandes apagones en la tarde del lunes.
Datos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) revelan que el primero ocurrió a las 14:15, con una pérdida de 1.000 MW, seguido de una nueva caída a las 14:40 y un tercer colapso a las 15:45, el más severo del día.