La Tota Santillán fue condenado a 5 años y 6 meses de prisión por violencia de género
El presentador televisivo fue encontrado culpable de ejercer violencia física y psicológica en perjuicio de una ex pareja
Exactamente una semana después de que el delantero de Boca Sebastián Villa fuera condenado por violencia de género y escuchara una sanción también de parte del club, que decidió que no vista nunca más su camiseta, el presentador y locutor Daniel “La Tota Santillán” fue sentenciado por el mismo delito.
Santillán, que acumula un sinfín de denuncias en su contra y en el último tiempo hasta estuvo internado en clínicas especializadas en salud neuropsiquiátrica, recibió una pena de 5 años y 6 meses de prisión en una causa en la que fue acusado de ejercer “violencia física y piscológica” en perjuicio de una de sus ex parejas, que agobiada por sus conductas y sus actitudes prefirió radicar la denuncia en el ámbito de los tribunales pero alejarse del ruido mediático. La justicia habló y decidió que “La Tota” es culpable y, en consecuencia, un violento y un golpeador.
Más allá de la condena que escuchó en su contra, Santillán pudo salir de la sede judicial caminando libremente como había llegado. ¿Por qué? Porque la sentencia “no está firme” todavía, algo que sí sucederá en el caso de que la cámara de apelaciones la confirme cuando evalúe la apelación que, se supone, presentará el abogado defensor del ex conductor de pasión de sábado.
Al salir del palacio de justicia, “La Tota” cruzó algunos gestos y algunas mínima palabras con los periodistas que estaban apostados allí para seguir las alternativas de la decisión de los magistrados que intervinieron en la causa. A pesar del contundente resultado negativo, no se lo vio “tan mal” en sus primeros minutos como “hombre sentenciado” y a quien puede caberle en un futuro un largo período tras las rejas.
En Desayuno Americano, el periodista especializado en cuestiones policiales, judiciales y también deportivas Gustavo Grabia consideró como “una pena muy importante” la que recibió Santillán, si bien el fiscal se había despachado con un pedido de 18 años de prisión.
Santillán disfrutó de su mayor momento de esplendor televisivo y laboral unos 20 años atrás, cuando era alguien muy cercano del Potro Rodrigo y también una persona con muchas influencias en la denominada “movida tropical”. El crecimiento de su figura parecía no tener límites hasta que de pronto empezaron a “llover” las denuncias de todo tipo en su contra. La primera que se animó a contar los padecimientos que soportó a su lado fue Fernanda Vives, quien era su novia pero un día se transformó en su gran enemiga mediática: fue cuando perdió los temores y se atrevió a confesar que había sido maltratada por el presentador. Desde entonces su meteórica carrera entró en un vertiginoso descenso hasta estrellarse contra el piso.