Lloviendo estrellas: Cristian Castro brilló en el diluvio

El artista recibió la ovación de pie de un anfiteatro repleto, en un concierto de casi una hora y cuarenta donde repasó todos sus hits
La llegada de Cristian Castro fue el pináculo de las Noches del Lunario, por no decir la más memorable. Con más de una década sin presentarse en la ciudad, el prestigioso cantante regreso por lo alto con una ráfaga de hits y una puesta en escena que asombró al público en un Anfiteatro desbordado. Diferentes edades con el mismo entusiasmo y euforia, incluido un grupo con pelucas azules brillantes a modo de fan action, reconocidos por el artista. Fue el show de los cuatro climas: calor infernal, humedad, viento fresco y lluvia imparable, sin embargo, nada impidió el disfrute pleno, tanto del artista como de toda la gente que lo esperó con ansias y explotó en alaridos con su llegada. Un escenario de dos pisos con cinco pantallas de fondo, dos al costado transmitiendo el show y en las plataformas; más de quince músicos en escena incluyendo trío de vientos y cuarteto de cuerdas, sumando a cuatro bailarines; toda una parafernalia acorde a un artista de su magnitud. Pasadas las 21:15 horas y con un cielo amenazante, las pantallas mostraron una retrospectiva de imágenes del cantante en todas sus épocas, que ingresó por el constado izquierdo de punta en blanco y con autoridad reverencial.
“Es mejor así”, puso un brío rockero para comenzar en un guiño a sus primeros álbums, seguida de “Amor”. Nostalgia, emoción y éxtasis se percibía entre el público que cantó a los gritos cada canción. Con generosidad y profesionalismo se entregó en cada tema, e interactuó con cariño y ávido sentido del humor con los rosarinos: “Que humedad que hay acá, che. Parece Cancún”, ironizó. “Amor eterno” y “Lloran las rosas”, continuaron con un variado setlist. Allí comenzó una sutil llovizna que alivió el calor, dando paso a “Ángel”, “La llave de tu corazón”, que el cantante confundió con otra y luego retomó con gracia, y la recordada “No puedo arrancarte de mi”. Desde la plataforma alta del escenario y con neones de fondo, las esperadas baladas acapararon la escena en “Después de ti,qué?”, “Mi vida sin tu amor” y “Volver a amar”, luciendo aún más su privilegiada capacidad vocal. “Por amarte así”, fue una de las más cantadas por los rosarinos moviendo los brazos en alto, una canción bien añejada.
Lo más visceral y emotivo llegó con el mix que reunió fragmentos de los lentos más profundos, como “No hace falta”, dedicada a todas las que se quieren casar, “Lo mejor de mi”, “Si tú me amaras”, “Simplemente tu” y “Con ella”. Castro regaló también, una parte de sus orígenes durante algunas rancheras y reversiones junto a el grupo Mariachi Romance, que se destacaron junto al artista . De sombrero mexicano cantó “Mi castigo, tu desgracia”, y “Mañana”. En la misma sintonía remozó temas como “El culpable soy yo”, “Te llamé”, “Vuélveme a querer” y la inoxidable “Nunca voy a olvidarte”. En contrapartida, el artista evocó su costado más festivo e hizo un guiño a la cumbia santafesina con “Solo”, y al cuarteto durante “Así era ella” y “Yo quería”. También sonó “Hola” grabada junto a Ulises Bueno. El final fue de lo más inusitado. El público llegó a la cumbre de su goce durante“No podrás”, y al inicio de “Lloviendo estrellas”, se desató el aguacero. Bajo la lluvia torrencial y celebrando las canciones más destacadas del pop en español, Cristian Castro se despido con “Azul” consagrando una noche inolvidable.
Lucas Rivero
FOTOS: @cecicordobaph