Lluvia de verano: Dread Mar I en Rosario

El reggae se apoderó del Anfiteatro durante una hora y cuarenta de show. El pronóstico climático pasó a segundo plano para todos los rosarinos que vibraron con más de 25  canciones entregadas con pureza y convicción.

Dread Mar I se aventuró a un probable diluvio, cuya música logró trasmutar en una simple garúa y gotas sueltas de carácter salvador en un verano corrosivo con elevadas temperaturas. El público se mostró inamovible y con la energía enfocada en el pleno goce de la música reggae, generada por la banda que vino a provocar el trazo disruptivo que reavivó el género en Argentina. Odas a Jah, ilustraciones psicodélicas, potencia musical amalgamada al unísono por excelentes músicos para brindar un show impoluto en su prístina esencia. Poco antes de las 21 horas (pre-puntual), la pantalla horizontal de un extremo a otro del escenario lucía las iniciales del grupo (DMI) con fondo animal print mutables. Así irrumpieron de a poco los músicos para un acotado preludio que dio paso al estribillo de “Más allá de tus ojos”. Mariano Martínez recorrió con entusiasmo cada punta del escenario elevando su voz aterciopelada, que sostienen el vibrato y la calidez a lo largo de los casi veinte años de Dread Mar I.

‘Quiero volver a amar’ se exclamó con fuerza en “Laberintos” que sonó sin interrupciones para aplausos, un poco el modus operandi de la banda, conectada con la dulzura romántica de la meliflua “Entre tus brazos”, cantada con fuerza por el público. En la misma sintonía, el saxo se lució al máximo en “Mi amor”, seguido por “Arena en nuestra manos” y “Fuerte amor”. La potencia de la música logró retrasar un probable aguacero por varias horas, al que los presentes no temían. Los rosarinos cantaron con los brazos sueltos al aire ‘Aférrate, confíate y ámate’ durante “Nadie dijo”, seguido por la bien añejada “Recuerdos”. Luego “Sálvame” fue una de las más celebradas de la noche, mixturando el clímax con “Días de sol nublados”. En un guiño necesario a los temas más recientes se hicieron presentes temas como “Libre” y “Km 0”, interpretadas con la misma precisión y prolijidad de una grabación.

Pocos artistas logran sonar en vivo igual que en un disco, lo cual se reprodujo en cada nota del show. Del mismo modo,  “Decide tu”, “Vete” y “Árbol sin hojas” se escucharon sin detenerse. Con escasa (y acertadas) palabras de arenga y gratitud el foco estuvo puesto en la música. El piano brilló en “Como pasa el tiempo” dando lugar  a la melancólica “Nena”. Las extensas rastas al viento del cantante ocuparon la escena en “Busca en Jah” palpitando el prematuro final del show. La más cantada de la noche fue “Hoja en blanco”, cuya versión no hizo extrañar la versión cumbia tan popular en el último tiempo.  A contracara sonó el reggae dulce “La verdad” para concluir con la infaltable “Tú sin mí”. Al mayor hit de la banda se le sumaron tres bises a la altura: “Qué hago yo”, seguida por la desgarrada versión de “Así fue” del divo de Juares, Juan Gabriel; y el acostumbrado cierre con “Promesas”, sosteniendo un halo de protesta social. Dread Mar I acapara un lugar fundamental en la escena del reggae y de la música en latinoamérica, con la cualidad sublime de embellecer y restar entidad al amenazante clima de diluvio.

Lucas Rivero

FOTOS: @cecicordobaph