Luis Fonsi celebró 25 años de carrera con un show deslumbrante
El artista brilló durante dos horas en el Broadway. Entre los hits movidas que recorrieron el mundo y baladas emotivas, el presente y el pasado se conjugaron en un concierto inolvidable
Un viaje de 180 minutos bastó para repasar la extremas trayectoria de Luis Fonsi, que brindó un show a la altura de un artista internacional con más de veinte hits en todos los charts. El profesionalismo, oficio y entrega son lo más destacable del show, y lo que aún lo mantiene vigente. Con autoridad reverencial sobre el escenario, una sólida banda y trazos escénicos marcados con un oído afilado, Fonsi conmovió a Rosario y mostró un recorrido por diferentes pulsiones emocionales. Su voz se encuentra intacta y la llevó por lo alto desde el inicio del show, con una afinación impecable que se luce en los mismos tonos de hace décadas. Una marea de ángeles fuxias se percibían en la platea, una fan action recurrente en sus admiradoras, que lo recibieron entre euforia y alaridos. La introducción en la inmensa pantalla, mostraba flashbscks de los momentos cumbre del artista consagrado, mixturado con el despegue de un avión. A las 21:20, Fonsi apareció desde la penumbra al fondo del escenario de negro impoluto, recibiendo todas las luces de frente con guitarra en mano, dando inicio a “Corazón en la maleta”.
Gritos de cariño, pedidos insólitos y devoción, manifestaron las fans sin parar durante todo el show, recibiendo con entusiasmo cada tema. Con la energía canalizada en las más recientes, siguió con “Pasa la página” y “Vacío”, en guiño directo al hit de Son By Four. Los lentos se hicieron presentes desde el comienzo con “Se supone” y “Nada es para siempre”, en su versión más cruda. No podía faltar en un show con leit motiv de aniversario, el tema que le dio reconocimiento internacional: “Imagíname sin ti”, en una versión remozada e igual de emotiva. En una gira por Argentina también es infaltable “Buenos Aires”, aunque el cantante admitió que una de las mejores canciones que creó es “Roma”, con la voz grabada de Laura Pausini. Elevando la potencia y en colores vivos, sonó “Calypso”, donde Fonsi se lució con sus movimientos sensuales a la par de sus bailarines, al igual que en “Imposible” y “Date la vuelta”.
El momento más movilizante estuvo marcado por un clip que retrató a Luis Fonsi desde su más tierna infancia, y en los primeros pasos de su prolífica carrera. La resonancia nostálgica desde la estética en VHS, tocó una fibra aún más sensible cuando sonaron fragmentos de las baladas clave de los primeros álbums: “Llegaste tu”, “Quisiera poder olvidarme de ti”, “Qué quieres de mi” y “Quién te dijo eso”, arrancaron más de una lágrima. Con guitarra en mano encendió un halo de esperanza en temas como “No me doy por vencido”, “Gritar” y “Respira”, pasando por un swing más jazzero en energía de una power ballad como “Aquí estoy yo”, de las más cantadas de la noche. El Broadway estuvo de pie todo el concierto, más aún con en los temas bailables, como “Santa Marta”, “Bésame”, “Apaga la luz”, “Dolce”, “Marbella”, hasta en “Por una mujer” que evoca su costado más pop. Los covers llegaron para el final en “Party Animal” y “I wanna dance with somebody”, de Withney.
Entre tanta entrega y fervor, aún quedaba energía para las últimas canciones. Una capa de burbujas sobrevolaba al teatro durante “Échame la culpa”, dando paso a uno de los hits más importantes de la década a nivel mundial: “Despacito”. Con una explosión de serpentinas y una sentida gratitud, Luis Fonsi dejó el escenario con electrónica de fondo, en una celebración que recién comienza.
Lucas Rivero
FOTOS: Diego de Bruno (@diegodebruno)