Marcela Morelo brilló con todos sus hits en Rosario

La cantante emocionó al teatro Broadway en un concierto signado por la magia de su voz y su proeza artística
Tres décadas sobre el escenario no es poco y no se sostienen por casualidad. No es lo mismo un éxito expansivo durante treinta años, que uno cada treinta. Marcela Morelo permanece, no solo por aggiornarse sino por mantener su esencia intacta, tan impoluta como su voz. Con un sólido séquito de seis músicos, dirigidos por Rodolfo Lugo, productor musical y compañero de vida, Morelo conquistó una vez más al público rosarino durante casi uno hora y cincuenta. Todos conocemos al menos ocho canciones de ésta artista que es una marca indeleble de la cultura popular. La gente no paró de celebrar cada una de éstas melodías y de interactuar con la cantante. Desde varias ciudades como Santa Fe se acercaron para disfrutar del show, que en un crisol del pulsiones emocionales los envolvió en una noche inolvidable. Desde el sonido hasta el último detalle de la escenografía, acaparada por una inmensa pantalla que ilustró cada tema, todo estuvo meticulosamente cuidado con un notorio profesionalismo, nada librado al azar. A las 21:30 hs, con prusiana puntualidad, se apagaron las luces y un preludio monocorde con luces rojas sobre el público, dio un ambiente propicio de incertidumbre y expectativa.
«Tu boca”, remozada en clave bailable fue la elegida para comenzar. De punta en blanco Marcela Morelo ingresó bailando por el extremo derecho del escenario con frescura y encanto, contagiado su energía desde el minuto cero. “Luna bonita” encendió al público en un coro estridente seguida por “Dicen”, aportando una dosis de romanticismo desde el comienzo. “Te amo Rosario”, expresó la artista en algún puente musical, reafirmando por qué la ciudad siempre es uno de los puntos obligados de todas sus giras. Con charango en mano interpretó “Aventura” y “Almas gemelas”, para luego acercarse a su gente y dialogar con varios de sus fans. Los timbales ocuparon el centro de la escena mostrando sus dotes de multinstrumentista en dos hits inmortales como “Para toda la vida” y “Ponernos de acuerdo”. La cumbia también tuvo un lugar relevante a la hora de poner q bailar a su público, en temas como “Me puedo equivocar”, grabada junto a Diego Torres. También en la reciente versión de “Te está pasando lo mismo que a mi” junto a The la Planta, “Mi único amor” con Los Ángeles Azules, y “Amor” con Los Palmeras, donde se desató una respetuosa ovación cuando Cacho Deicas apareció en pantallas.
A 28 años de “Corazón salvaje”, por supuesto no iba a faltar éste hit en el setlist, junto a otros como “No me lastimes” y “Una y otra vez”. La privilegiada capacidad vocal de Morelo llegó a su punto cumbre durante “Tormento de amor”, una de las más cantadas por la gente en el momento de las baladas que completó “Gotitas”. Con el escenario en penumbras y en un intercambio con su gente regaló algunas piezas a capella como “Risa dorada” y “Si supieras”. El momento más movilizante de la noche se marcó en el dueto con la emblemática Mercedes Sosa durante “Jamás te olvidaré” que formó parte de “Cantora 2”. En la misma clave intimista Morelo brindó un homenaje al folklore argentino con dos exquisitas versiones de “Luna Tucumana” y “Tonada de un viejo amor”. El público se puso nuevamente de pie con “Luz del cielo”, cover de Mike Oldfield reversionado en el disco “Otro Plan”, seguida de “No podrás”, de Cristian Castro, con una emotiva introducción que invitó a trasformar al teatro en un manto estelar a través de las linternas de los celulares. El cierre del show no podía ser de otra forma que con la auténtica celebración que siempre brinda “La fuerza del engaño”.
“Manantial”, remozada y en clave electrónica, hizo bailar a todo el Broadway para los bises, llegando al final con el brío rockero de la versión original de “Te está pasando lo mismo que a mi”. Antes de despedirse la artista adelantó que esta produciendo un álbum con sus grandes hits reversionados a dúo con otros artistas. ‘Está el camino esperando, solo hay que ir a recorrerlo’ y Marcela Morelo tiene la vitalidad suficiente como para no dejar de sorprender.
Lucas Rivero