Mató a su hijo de 9 años, pidió perdón en un video y luego se quitó la vida
Sucedió este miércoles a la madrugada en localidad de Ibarreta, a 210 kilómetros de la capital provincial de Formosa. El agresor, identificado como Ariel Lovey, quedó internado y luego falleció en el Hospital Central
Hay consternación y espanto en la localidad formoseña de Ibarreta. Un hombre de 35 años asesinó a su hijo de nueve años, que además presentaba una discapacidad motriz, y luego se quitó la vida. Antes, pidió perdón en un video. La Justicia local investiga un homicidio calificado por venganza transversal hacia la madre, más conocido como “Homicidio oblicuo”, según confiaron fuentes del caso a Infobae.
El bestial episodio ocurrió durante la madrugada de este miércoles 27 de marzo en una vivienda ubicada en el barrio San Roque, a 210 kilómetros de la capital provincial de Formosa. De acuerdo a la reconstrucción efectuada por los investigadores que consultó este medio, el niño, llamado Zamir, estaba solo en el domicilio donde vivía junto a su madre, G.C.H. de 38 años, cuando su padre -luego identificado como Ariel Lovey- ingresó a la casa y “se lo llevó”.
En circunstancias que aún se investigan, el hombre mató a su hijo de un disparo por la espalda. “No lo apuñaló, como circuló en un primer momento”, confió una fuente del caso, que lleva adelante el titular del Juzgado de Instrucción y Correccional Nº 6 de Formosa, Guillermo Caballero.
Luego del ataque feroz, el agresor intentó suicidarse, pero no lo logró. Quedó internado en grave estado en el Hospital Central de Formosa capital, donde finalmente falleció a última hora de este miércoles. En la investigación se corroboró que previo al asesinato, el hombre le mandó un video a un amigo donde “pedía perdón” por lo que iba a hacer y anticipaba que iba a quitarse la vida.
En la secuencia, que encabeza esta nota, se lo ve manejando de noche mientras habla a cámara. “Voy a hacer un video despidiéndome. Yo creo que esta es la mejor alternativa, porque si no mucho sufrimiento, tantos años… Zamir nunca va a lograr ser alguien normal. Esto ya lo verán cuando nosotros no estemos más. Pido un millón de disculpas a todos los que les hice daño. No fue mi intención, pero bueno. Era joven. Soy joven todavía, pero ya no voy a sentir más. Yo no quiero que nadie me llore, ni que nadie me lamente, ni nada. Solamente que se me entierre y nada más. Bajo tierra, si es posible. Quiero que se olviden de mí”, manifestó.