Murió Lucas, el futbolista baleado en Barracas por la Policía de la Ciudad
Lucas Gonzáles había sido trasladado a un hospital de alta complejidad con “deterioro neurológico agudo”. El Ministerio de Justicia y Seguridad inició un sumario administrativo a los oficiales
Lucas González, el jugador de las inferiores de Barracas Central de 17 años que fue baleado por efectivos de civil de la Policía de la Ciudad el miércoles por la noche cuando volvía de entrenar con otros tres amigos, murió luego de permanecer en “estado crítico” y con asistencia mecánica, según el parte médico difundido por el Hospital El Cruce.
“Paciente de 17 años, derivado a nuestra institución en las primeras horas del día desde el General de Agudos Dr. José María Penna de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por presentar deterioro neurológico agudo secundario a herida penetrante, aparentemente causada por proyectil de arma de fuego. Ingresa en estado crítico recibiendo soporto artificial de funciones vitales”, señalaba el comunicado emitido por la dirección del centro asistencial de alta complejidad de Florencio Varela al ingreso del joven. Allí estuvo “mecánicamente ventilado con apoyo hemodinámico y medidas de soporte vital” hasta que finalmente falleció.
Las versiones del hecho
De acuerdo con la versión policial, la secuencia comenzó a pocos metros de uno de los ingresos a la villa 21-24, en el barrio de Barracas. En ese momento, policías de la Comuna 4D, a bordo de un móvil no identificable, un Nissan Tiida, observaron el Volkswagen Suran que salía del asentamiento y lo cruzaron. Le dieron la voz de alto para identificar a sus ocupantes pero supuestamente los sospechosos aceleraron.
Fue entonces que comenzó una persecución. Siempre según lo que indicó la Policía, en la intersección de las avenidas General Iriarte y Vélez Sarsfield, frente a la Basílica del Sagrado Corazón, los agentes de civil lograron colocarse a la par del auto en el que viajaba Lucas para detenerlos pero los jóvenes, en respuesta, embistieron contra la puerta del conductor del Nissan y lastimaron a uno de los oficiales.
En ese momento fue cuando se inició el supuesto tiroteo entre los policías y los presuntos delincuentes. Luego, los sospechosos aceleraron el auto y escaparon, pero fueron detenidos a unas cinco cuadras, en el cruce Alvarado y Perdriel. Detuvieron a los jóvenes y notaron que uno de ellos, Lucas, tenía una herida de bala en la cabeza. El chico fue trasladado Hospital Penna, donde está internado. Un cuarto sospechoso, acompañado por su madre, se entregó luego en la Comisaría 4D.
Pero lo que contó Cintia es diametralmente opuesto a la versión oficial. En diálogo con el periodista Ernesto Tenenbaum, en Radio Con Vos, la mujer contó lo que pudieron averiguar por su cuenta. Lucas salió de entrenar con cuatro compañeros más. Ellos (por los compañeros) ayer fueron a probarse en el club porque estaban buscando chicos. Cuando salieron de entrenar pararon a comprar un jugo y en ese trayecto, por lo que sabemos, frenó un auto supuestamente con cuatro policías arriba. Por lo que nos contó el papá de uno de los chicos, ellos pensaron que los iban a asaltar. Entonces aceleraron y en ese trayecto le dispararon a mi hijo”, relató la mamá con la voz quebrada.