Nueve de cada diez empleados en la Argentina usan inteligencia artificial en su rutina laboral

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Un informe también reveló que el 76% considera que sus empresas pueden aprovechar mejor estas tecnologías

La adopción de herramientas de inteligencia artificial (IA) avanza con paso firme en el país y ya marca una diferencia concreta en la manera en que millones de trabajadores realizan sus tareas.

Si bien las empresas todavía enfrentan desafíos en capacitación y gobernanza tecnológica, los datos muestran que la IA dejó de ser un concepto aspiracional para convertirse en un motor directo de productividad, innovación y eficiencia.

De acuerdo a un informe encargado por IBM y elaborado por Censuswide, al menos 9 de cada 10 empleados en la Argentina usan IA en su rutina laboral y el 76% considera que sus empresas pueden aprovechar mejor estas tecnologías.

El dato sintetiza un fenómeno que atraviesa sectores públicos y privados: la adopción crece más rápido entre los trabajadores que entre las organizaciones.

Un salto en productividad que ya se nota
El 78% de las empresas argentinas incorporó soluciones de inteligencia artificial y el 88% de los empleados las utiliza todos los días. Esta combinación abre un capítulo inédito en la digitalización del trabajo.

Entre quienes ya integran estas herramientas, los efectos ya son tangibles:

60,32% dice que completa tareas más rápido.
53,97% asegura que ahorra entre una y tres horas por semana.
46,71% destaca que la IA impulsa su creatividad.
Los números muestran que la adopción no solo acelera procesos: también habilita nuevas formas de pensar, crear y resolver, una tendencia que se expande a ritmo sostenido en oficinas, startups y equipos remotos.

Los empleados avanzan más rápido que las empresas
La velocidad de adopción en América Latina supera la capacidad de las empresas para acompañar ese salto con políticas claras, inversión en herramientas seguras y prácticas de gobernanza. Esa brecha favorece un fenómeno cada vez más frecuente: el uso de soluciones no autorizadas, conocido como Shadow AI.

El estudio subraya por qué esto preocupa: una de cada cinco empresas a nivel global sufrió una filtración de datos vinculada al uso de IA por fuera de los sistemas corporativos. Aun así, el nivel de confianza sigue siendo alto: el 82% de quienes usan estas tecnologías en el trabajo afirma sentirse seguro al hacerlo.