Polideportivo Garzón, un espacio de referencia para vecinas y vecinos de Ludueña Sur
Ubicado en calle Garzón 351, cuenta con gimnasio cubierto, cancha al aire libre, salón de usos múltiples, quincho cerrado, amplio espacio verde, sector de juegos y modernos vestuarios
El polideportivo Garzón es uno de los lugares de referencia de vecinas y vecinos que habitan barrio Ludueña Sur. Ubicado en calle Garzón 351, distrito Noroeste, cuenta con gimnasio cubierto, cancha al aire libre, salón de usos múltiples, quincho cerrado y un amplio espacio verde. También tiene un sector de juegos para los niños y niñas como modernos vestuarios.
Inés Sandra Camacho tiene 52 años y empezó a trabajar “como portera en 2003 cuando el espacio estaba bajo la órbita de la vecinal Las Flores”. Conoce cada rincón del predio como la palma de su mano. Arrancó de abajo y actualmente es la administrativa del complejo.
“Cuando vine por primera vez no había nada, esto era un lugar al aire libre. Estaba solo la profe Laurita (Diez) porque no había tantas actividades. Se hacía lo que se podía”, narró Camacho, conocida en el club como ‘La Colo’.
“Después se sumó Mariano, quien daba vóley, y las escuelas de la zona venían por la mañana a hacer las clases de educación física”, apuntó. “En esa época tampoco existía la administración ni nada de todo lo que hay hoy. Solo estaba el kiosco que había abierto la comisión de amigos de la vecinal Las Flores para recaudar algún pesito y obtener recursos para adquirir, aunque sea, insumos básicos como artículos de limpieza o arreglar lo que se rompía”, expresó Inés.
Y agregó: “Si no había agua, le pedíamos a algún vecino. Si no teníamos detergente, lo traía de mi casa. A eso le sumo que todo el barrio colaboró siempre con este espacio porque los chicos estaban en todo momento acá, ya que siempre fue y es un lugar seguro para ellos. Incluso se les ayudaba con las tareas del colegio o aprendían a jugar al buraco porque había señoras que les enseñaban. Se compartía mucho”.
Hasta 2015, el polideportivo dependía de la vecinal Las Flores. Luego, pasó a estar bajo la órbita de la Dirección de Deporte Comunitario de la Secretaría de Deporte y Turismo de la Municipalidad.
“Esto es mi casa. Vi crecer este lugar desde cero prácticamente. Aún sin tanta infraestructura, siempre lució impecable. Mis hijos se criaron acá, por lo tanto, esto es todo para mí, es así. Amo este lugar. Siento el predio como propio. Tengo mi vida y corazón acá adentro”, terminó diciendo Camacho.
El deseo de ser animadora
Naiara Videla tiene 19 años y pertenece al grupo de animadores juveniles. “Me crié en el poli. Vivo enfrente, así que este es prácticamente el patio de mi casa. Desde los cuatro años que formo parte de este lugar”, contó.
“Empecé haciendo atletismo y luego cambié a hockey. A los 12 años la profe Laura Diez hizo gestiones y me becaron en el club Fisherton, entidad a la que actualmente sigo ligada y formo parte del plantel superior. Sin embargo, la realidad es que aprendí a amar a esta disciplina en este lugar”, remarcó la joven.
Videla no dudó en destacar además que “siempre quise pertenecer al grupo de animadores. Lo logré este año porque antes no podía por los horarios. Es algo que deseaba y lo cumplí”.
Con respecto a lo que representa el polideportivo Garzón, no anduvo con rodeos. “Es algo muy valioso e importante en mi vida. Le tengo un gran aprecio y por eso cada vez que puedo colaboro sin dudarlo. Quiero mucho este lugar. Estoy estudiando educación física porque acá encontré mi carrera y pude visualizar mi futuro”, manifestó.
Gran espacio y buen menú de disciplinas
Garzón ofrece un amplio cronograma de actividades para los vecinos de ambos sexos y diferentes edades. El predio cuenta con un gimnasio cubierto, una cancha al aire libre, un salón de usos múltiples, un quincho cerrado y un amplio espacio verde. También tiene un sector de juegos para los niños y niñas como modernos vestuarios.
Según contó el coordinador Martín Baccaro, “el polideportivo cuenta con 13 disciplinas. Actualmente tenemos 29 horarios de actividades recreativas y deportivas para toda la familia. Desde yoga para bebé hasta adultos mayores. Este lugar es uno de los centros más importantes en el barrio. Se convirtió en referencia para todos los vecinos”, apuntó.
“El polideportivo crece como los vecinos, es decir, con mucho empuje y esfuerzo. Los animadores juveniles tienen un rol participativo importante. Este año lograron hacer un curso de materiales deportivos en 3D. Mientras que en pandemia funcionamos como centro de aislamiento para personas en situación de calle”, agregó. “En ese sentido estuvimos a la altura de las circunstancias porque funcionó todo durante las 24 horas”, dijo el profe que está al frente del recinto desde 2017.
Baccaro contó también que “tenemos muchos proyectos por delante como la confección de una cancha de fútbol sintética. Este es un predio que tiene un potencial enorme. Está siempre en funcionamiento. Los fines de semana, por ejemplo, el espacio es cedido a la Fundación Fombec, que se suma a nuestros trabajos. También recibimos ayuda de muchas empresas y vecinos”.
“Acá hay un movimiento de adultos impresionante. Es un lugar que está preparado para todo. Siempre tenemos un proyecto en la mira. Por ejemplo como el que presentamos en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y en la Secretaría de Deporte y Turismo, donde consta que este espacio puede ser una extensión áulica de la Universidad, es decir, que puede funcionar un colegio secundario similar al Superior de Comercio o Politécnico. Este lugar tiene todo”, resaltó.
“Los vecinos pueden hacer en estos momentos vóley, básquet, entrenamiento funcional, hockey, yoga, gimnasia, fútbol, futsal, zumba, patín, taekwondo, yoga para bebés, para niños y embarazadas”, comentó Martín, quien junto a Hernán Rodríguez (co-coordinador), Laura Diez, Damián Del Riego, Rosana Martínez e Inés Camacho (administrativa) componen el grupo de trabajo.
“La idea es seguir creciendo. Lo que hablamos es sumar siempre. Por ejemplo, uno de los sueños es hacer una maratón nocturna y que luego toque la orquesta de Ludueña, que nunca lo pudimos lograr”, ponderó el coordinador, quien además destacó el trabajo que realizan con la colonia de verano.
Cabe destacar que la escuela del padre Montaldo; la escuela 1188 Juan B. Bustos; la 1326 Sergio del Coro y jardines de la zona también utilizan las instalaciones del Garzón.
A su turno, la profesora Laura Diez dijo que “uno de los deportes más fuertes que tenemos es el hockey femenino recreativo. Aunque poco a poco los varones se van animando a sumarse. Incluso hay mixto para adultos. La idea es que todos aprendan y se diviertan”.
La docente que trabaja desde el año 2006 además confesó que “el ambiente es muy familiar y unido”. Luego comentó que “esto es mi vida”.
Vecino y referente
Jorge Videla vive frente al polideportivo y recordó cómo era Garzón en sus inicios. “Era un baldío. Estaba todo pelado. Querían hacer un plan habitacional como hay en los alrededores, pero hubo una movida de la vecinal (Las Flores) para que sea un lugar para los chicos, un espacio verde donde además se pueda disfrutar al aire libre”, destacó el vecino.
“Fue así que hubo gente como el señor Daniel Destito que se movió e insistió para que realizaran un predio. Luego de varias charlas se logró que la municipalidad limpiara todo y armó la estructura, que no era así como luce ahora. Estaba pelada, pero limpia”, describió.
Videla señaló además que “al principio la vecinal mantenía este predio con lo que se recaudaba de los alquileres del lugar para hacer algún tipo de evento. Pero después es como que se olvidó y no destinaba parte de lo que se recaudaba, entonces esto empezó a venirse abajo otra vez”.
“Fue entonces que la Municipalidad tomó el predio, en el año 2015, con la coordinación de Rosana Cavazza y le dio vida de nuevo”, dijo Jorge, quien además destacó: “Zulema Vazano fue una vecina que ya no está, aunque colaboró mucho con este polideportivo en su momento. Por eso tiene una placa y el salón de actividades lleva su nombre desde hace unos años”, enfatizó con orgullo.
Videla es uno de los vecinos que ayudan de manera desinteresada en el polideportivo Garzón. “Al ser electricista, si hay que dar una mano, no lo dudo. No solo con mi profesión. Cuando el lugar no tenía agua, iban a mi casa buscarla para poder hacer la limpieza o regar. Este lugar es muy importante para todos los vecinos”, ponderó.
“El predio representa mucho en mi vida. Es lo que mejor que hay. Mis hijas se criaron acá, al igual que la mayoría de los vecinos”, concluyó.