Por primera vez: Camilo y Evaluna en Rosario
El artista se destacó en su primera presentación en Rosario. Agradecimiento sincero, energía y despliegue se notaron en un Metropolitano colmado de punta a punta. En mas de una hora y media de show recorrió sus más grandes hits y algunos homenajes. Evaluna Montaner, su mujer, fue la invitada de honor que convirtió el concierto en una noche inolvidable
Si hubo algo que sobresale de la presentación del colombiano en Rosario es su simpatía y honestidad genuina, lo cual vuelve más puro y da más brillo a su talento bien enfocado. Con su cuerpo en movimiento y arengando a la multitud, Camilo se brindó por completo. Llegó al escenario a las 21:40 de blanco impoluto y haciendo brotar agua de unos tachos que percutía con fuerza al estilo Mayumana. “Kesi” fue la elegida para empezar, acertada y movida. Allí comenzaron a verse los carteles con variados mensajes de cariño. La población mayoritaria fueron chicas de doce años o menos, sin descartar veinteañeros.
“Ropa cara” continuó con el espectáculo seguida de “Favorito”, con guitarra en mano y con natural soltura. “Somos nosotros los que vinimos a verlos a ustedes”, exclamó Camilo, quien se mostró sorprendido y emocionado al conectar con su “tribu” en su debut rosarino. Hubo lugar para jugar con diferentes géneros musicales, como en la mexicana “Pesadilla”, y en las bachatas “Ambulancia” y “Bebé”.
Desde el suelo del escenario brindó una suerte de serenata junto a sus hábiles músicos acompañándolo en “La mitad”. Se tomó su tiempo para brindar palabras de contención precediendo a la canción siguiente: “Si tienen el corazón roto, ese dolor es temporal” y agregó “Sin el corazón llora, que sea por la canción correcta”, así entono solo con un piano “Manos de tijera”. también desde el suelo.
El momento crucial sucedió con la entrada de Evaluna, su esposa y madre de su hija Índigo, desatando la euforia y la ovación de todo Rosario. Juntos entonaron “Por primera vez” y “Machu Picchu” con encanto y complicidad. Elevando la potencia se desataron una ráfaga de hits que no dejó a nadie sin cantar: “No te vayas”, “Tatoo” y “Millones”, desde abajo del escenario e interactuando más de cerca con sus fans. “Tutu” fue otra de las más celebrados.
“No hay nadie como ustedes, tribu”, expresó Camilo al final del tema tras un largo speech. “Vida de rico” marcó el falso cierre del show dejando a todo Metropolitano con ganas de más.
“Gracias por ésta bienvenida preciosa. Gracias por dejarme a mi ser parte de su tribu”, agradeció en cantante a la hora de los bises y dedicó tiempo para leer varios carteles. El momento más emotivo del recital tuvo las luces concitadas en Gerardo Rozín a poco de haberse cumplido un año de su muerte. Un respetuoso aplauso dio pie a “5:24”, dedicado a él, “la persona que más me habló de Rosario”. Luego, en la soledad de la escena, con la guitarra y en plan acústico- intimista cantó “Desconocidos”, de sus cuñados Mau y Ricky fusionado con la recurrente “Muchachos”, de La Mosca. “Felicitaciones campeones del mundo”, saludó Camilo.
El final se aproximó con “El mismo aire”, tema remozado por La Konga. Seguido de una poderosa versión de “Pegao”, en donde Camilo recorrió el escenario bailando con fuerza y una fluidez contagiosa. Luego Evaluna regresó al escenario para cantar “Índigo” junto con su marido, marcando un cierre épico y alegre. Entre papeles brillantes y las luces a todo movimiento se fueron consumiendo los últimos segundos de la noche. Camilo demostró que tiene la solidez necesaria como para brindar un show de nivel internacional dejando su contagiosa sonrisa grabada en todo el público que lo sigue.
Lucas Rivero
FOTOS: Ph: Diego de Bruno