Rosario Central fue contundente y derrotó a Sarmiento en Arroyito
El Canalla, con equipo alternativo pensando en la Sudamericana, se impuso por 4-2 sobre el Verde de Junín
Rosario Central ganó ante Sarmiento en la sexta fecha de la Liga Profesional en el Gigante de Arroyito, con un contundente 4-2. En la previa del partido, a nueve años de su debut, Giovanni Lo Celso recibió su homenaje tras la obtención de la Copa América 2024 y cerró su estadía con una gran victoria del conjunto canalla.
El local supo liquidar al Verde y se quedó con los tres puntos. Con dos goles de Agustín Módica y Alan Rodríguez en el primer tiempo, y de Lautaro Giaccone en la segunda parte, los de Miguel Ángel Russo tienen buen panorama para ir en busca de la revancha contra Inter.
Con una defensa desorganizada de parte de la visita, Central golpeó fuerte con tres tantos en los primeros 45 minutos para dar fiesta en el Estadio, con Lo Celso presente. Con un juego fluido y con efectividad, logró conseguir los dos primeros, anulando a los dirigidos por Israel Damonte, aunque contó con suerte a la hora de mantener el arco controlado.
El Canalla, que salió a buscar los tres puntos, tuvo algunas dificultades para cumplir con su juego por la solidez defensiva inicial de Sarmiento, que buscaba ir de contraataque. La defensa no logró contener el ideal y le dio campo abierto a los locales que rompieron el fondo rival a los 22 minutos, en los pies de Agustín Módica, que consiguió su doblete 14 minutos después.
Los de Junín no se quedaron atrás y encontraron dos chances claras que ni Juan Insaurralde ni Franco Paredes pudieron concretar. Consiguió el descuento, que igual quedaba lejos con un contundente 3-1; Emiliano Méndez convirtió de volea y envalentonó al equipo a tan solo un minuto de haber iniciado el tiempo complementario, en busca del empate. Sin embargo, el control del encuentro volvió a ser del mando de Central. Lautaro Giaccone, tras un gran pase de Francesco Lo Celso, puso el 4-1 sobre los 34, y a pesar de que Joaquín Gho descontó cuatro minutos más tarde, nadie pudo borrarle la sonrisa a la gente en el Gigante de Arroyito.