Tras escuchar la sentencia Máximo Thomsen se descompensó

Uno de los condenados perdió el conocimiento tras escuchar el veredicto a prisión perpetua

Máximo Thomsen, uno de los rugbiers condenados esta tarde a prisión perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa se descompensó al escuchar el veredicto del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la ciudad de Dolores que, ante esta situación, interrumpió la lectura del fallo, dispuso que el joven reciba asistencia médica y que se retire el público del recinto.

Minutos después de las 13.23, los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia entendieron en un fallo unánime que Thomsen es uno de los cinco “coautores” del delito de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”.

Quién es y qué hizo Máximo Thomsen

    Tiene 22 años y hasta antes que ocurriera el asesinato en la ciudad balnearia, Thomsen estudiaba Educación Física en la ciudad de Zárate.

    El joven practicó rugby a lo largo de toda su infancia en el Arsenal Zárate. Pero en 2017 se unió al Club Atlético de San Isidro (CASI), que actualmente lo suspendió.

    Desde el equipo aseguran que el joven nunca se “integró”.

    Es señalado por la Justicia como el rugbier que le dio la patada mortal a Fernando el 18 de enero de 2020, a la salida del boliche de Villa Gesell.

    Una de las pruebas que incriminaban a Thomsen es una zapatilla de lona negra manchada con la sangre de la víctima que le pertenecía. La encontraron en la casa que los rugbiers habían alquilado en la costa.

    Del mismo modo, un audio de WhatsApp entre amigos en común de los rugbiers expuso la actuación de Thomsen en el crimen. “Le pegó no sé cuántas patadas en la cabeza y la última lo mató”, se escucha decir a un joven agendado en el grupo como Juani Neme.

    Thomsen se negó a someterse a las pericias psicológicas y psiquiátricas solicitadas por la querella y la fiscalía. “Ya violaron muchas cosas privadas mías y no quiero que vuelva a pasar”, justificó.

    Thomsen rompió el silencio por primera vez en el juicio: “Quiero pedir disculpas porque jamás en la vida se me hubiese ocurrido tener intenciones de matar a alguien”.