Ulises Bueno puso a bailar a Rosario
Para ApuraInfo, Lucas Rivero
El ritmo de cuarteto de uno de los artistas del momento hizo vibrar a todo el parque Urquiza y alrededores. Un anfiteatro colmado disfrutó de más de dos horas de concierto en el que el artista cordobés se lució, brindando un show profesional y a pura entrega
Ulises Bueno es uno de los artistas bailables que ha dejado una huella indiscutible en las últimas generaciones. Trasciende su apellido y el éxito obtenido son producto de su propio mérito y talento. Todo ésto quedó demostrado la noche del viernes desde que apareció en el escenario cerca de las 22 horas. Recibido por el locutor que arengó la euforia del público y acompañado por una sólida banda de diez músicos, Ulises irrumpió de negro impecable con gorra y gafas oscuras. “Sapo de otro pozo”, “Qué será” y uno de sus más grandes hits, “Ahora mírame”, marcaron el inicio del show de la manera más adecuada.
El artista se destacó con su voz rasposa bien articulada con los movimientos, interpretando cada nota de una forma visceral y sentida, sin dejar de bailar y recorrer cada extremo del escenario consolidando un buen rapport con su gente. “Contigo siempre” dio lugar a uno de los momentos más románticos del recital. Bien amalgamado con la contracara del desamor sonaron “Infiel”, con su característica inicio de guitarras estilo bachata, “Ella se olvidó de mí”, y una de las más cantadas: “Humillate”.
El público rosarino no dejó de bailar ni un segundo entregándose a cada melodía que volvía imposible que alguien no quiera mover los pies. Sonó “Amante fiel”, una verdadera oda al romanticismo al igual que “Eternos pasajeros”. También hubo lugar para canciones nuevas como “Tu nombre”, en la que su timbre de voz generaba una sutil resonancia con Iorio de Almafuerte. La sombría y empoderadora “Hielo en mi whisky” marcó uno de los puntos más álgidos de la primera parte del show, que culminó con “La piel que amaré” y “La luna”.
Luego de un intervalo de media hora en la que la gente no se quedó quieta al ritmo de un mix de cumbias inmortales, Ulises Bueno volvió a apoderarse del escenario con la energía renovada. La guitarra y el bajo lograron imponerse en el sonido, que generalmente en el cuarteto quedan diluidas en la orquesta. Ésto se hizo más notorio en los covers que dieron inicio a la segunda parte del concierto. El artista realizó versiones muy respetuosas de “Ese maldito momento” (No Te Va Gustar), “Astros” (Ciro) y “Somos 3” de Franco de Vita. Lo mismo sucedió cerca del final donde se animó a un tema de Patricio Rey como “Jijiji”.
“Me levante” fue una de las baladas más emotivas de la noche, para dar paso a una secuencia de hits que no dio respiro en los rosarinos que cantaron cada tema. Así sonaron “Nueve días”, “Te hubieras ido antes”, “La magia” y la celebradísima “Intento”, megahit de Ulises por excelencia. Con mayor cercanía a su público sonó “Amada mía”, las inoxidable “Cuando quieras quiero”, “Tomatelo con soda” y “Ojalá”, una tras otra sin detenerse.
“Lo más valioso de la vida es el tiempo, así que muchas gracias por compartir su tiempo para venir a bailar con nosotros”, dijo el artista cerca del final, en el que se manifestó de manera extensa una sentida gratitud hacia toda su gente. La introspectiva y explosiva “Soy” marcó el final del concierto con los brazos abiertos y potencia más elevada. Los bises estarían a cargo de la infaltable “Dale vieja” y la sorpresiva repetición de “Cuando quieras quiero”, un último regalo musical para una ciudad que no quería dejar de bailar y por parte de un artista que no quería irse. Si bien la sangre siempre tira y no es agua, Ulises Bueno dejó en claro una vez más que tiene talento, potencial y actitud suficiente como para trascender cualquier parentesco y ser un artista auténtico.