Una empresa local donó el cartel “Rosario” emplazado en el parque de las Colectividades
El intendente Pablo Javkin firmó con los titulares de Mariani Maquinarias el convenio que formaliza el aporte de la pieza volumétrica con el nombre de la ciudad
El intendente Pablo Javkin recibió este viernes 1º de abril a representantes de la empresa rosarina que donó el cartel volumétrico «Rosario» que se encuentra emplazado en el parque de las Colectividades desde el 25 de febrero pasado y que ya se transformó en un nuevo ícono y atractivo de la ciudad.
El jefe municipal se reunió con Ricardo y Sebastián Mariani, padre e hijo y titulares de Mariani Maquinados, para agradecerles por el aporte y para proceder a la firma del convenio de donación y así formalizar el gesto.
“Era una deuda pendiente que teníamos con la ciudad; ahora tenemos un lugar instagrameable, fotografiable, y el nombre de la ciudad queda inmortalizado en la imagen de los visitantes. La recepción viene siendo muy buena, a cualquier hora del día que pasés hay gente sacándose fotos”, expresó la subsecretaria de Turismo, Alejandra Mattheus, quien acompañó al titular del Ejecutivo local en la ocasión.
“Los turistas se siguen llevando la foto del Monumento pero desde este año tienen un opción más: caminando por la costa central ya tenemos el mural de Messi, el Monumento y ahora el nombre de la ciudad”, añadió la funcionaria.
Y destacó: “Rosario es una ciudad hecha por su gente, no tiene fundador, se hizo con gente trabajadora y emprendedora, y este gesto, esta donación, representa esto, que una persona que estudió y trabajó en esta ciudad, en la que se educan los hijos, quiere dejar un legado. Hoy los recibimos con el intendente y la secretaria de Planeamiento no solo para agradecerles sino para seguir manteniendo estos vínculos que son tan sanos para la sociedad civil”.
De la rúbrica del documento participaron, por la Municipalidad, el intendente Pablo Javkin, la secretaria de Planeamiento Agustina González Cid y la subsecretaria de Turismo Alejandra Mattheus, en tanto por la firma donante lo hicieron Ricardo y Sebastián Miriani.
“Es importante participar, contribuir y no solo venir con quejas. Esperemos que se replique por donde se pueda, que sea un ejemplo para el sector”, sostuvo por su parte Sebastián.
“El cartel costó trabajo, del diseño a su fabricación casi todos los empleados de la fábrica se pusieron esta iniciativa al hombro”, detalló y abundó: “Pasó por toda la fábrica: ya sea en el diseño, el corte y el plegado, el soldado, el armado final, todos los chicos trabajaron en el cartel”.
Además, subrayó: “A partir del cartel se nos acercaron antiguos clientes con los que no teníamos contacto hace tiempo; a la gente en general le gusta y a mí también”, para luego reflexionar: “Yo lo veo todos los días y me parece que está muy bien, sobre todo porque pienso en mi hijo, ya que esto es algo que cuando nosotros no estemos, va a seguir ahí”.
El cartel
Las letras corpóreas de Rosario están emplazadas en el parque de las Colectividades, entre el Irupé y el museo Macro. Con una hermosa vista al río, ese punto turístico posibilita que tanto vecinas y vecinos como visitantes se acerquen a tomarse fotos con el nombre de la ciudad, en uno de los paisajes más lindos desde la ribera.
Las letras fueron una donación de la firma local Miriani Maquinados. Detrás de este obsequio que la empresa hizo a su ciudad hay una larga historia de crecimiento y apuesta a trabajar desde lo local. Miriani Maquinados no se dedica a realizar este tipo de obras, pero lo hizo en exclusiva como un regalo para la ciudad de sus fundadores. En tanto, desde la empresa Galea SRL se sumaron a la movida aportando la pintura.
Miriani Maquinados
La empresa tiene un recorrido que cuenta con 50 años de historia. Ricardo Antonio Miriani y su esposa Virginia Sapera la fundaron a principios de los años 70, cuando Ricardo decidió dejar de trabajar en relación de dependencia y crear su propio emprendimiento.
Comenzó con un taller en una pequeña habitación de la casa de sus padres en barrio Alberdi y su primer trabajo fue soldar una silla de un vecino. Poco a poco se fue dedicando a hacer mantenimientos y soldaduras.
Cuando en el año 1995 Sebastián, el único hijo del matrimonio, terminó su carrera de Robótica le dio una nueva impronta a la empresa familiar. Comenzaron a producir piezas en serie para maquinarias agrícolas y el galpón les fue quedando chico entonces se mudaron a un lugar más grande en Granadero Baigorria con la idea de seguir estando cerca de la zona norte de Rosario, donde se fundó la fábrica.
Sebastián Miriani fue quien junto a distintos equipos de la Municipalidad de Rosario trabajó en la idea de concretar esta producción que quedará para siempre en la ciudad. Las letras fueron fabricadas en acero de 3 milímetros de un material resistente para que perdure en el tiempo, cada una tiene dos metros de alto y todas juntas miden doce metros de largo.