Una por una: cuáles fueron las palabras que más usó Javier Milei en su discurso
En un horario inusual, pactado para las 21, su alocución comenzó cinco minutos antes de la hora anunciada, ante una audiencia expectante
Política fue la palabra que más repitió el presidente Javier Milei, durante su discurso en la apertura del 142° período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación. Lo hizo en 40 oportunidades, ante un hemiciclo completo y bajo las miradas de los legisladores, incluyendo a los que oportunamente había identificado como traidores al considerarlos responsables por el fracaso de la llamada Ley Bases.
También se destacan otros términos que se repitieron más de dos decenas de veces: país (31), argentinos (27), Estado (27) y Argentina (26).
Su discurso, que se extendió por 70 minutos, y no 40 como oportunamente se había anunciado, también incluyó varias palabras que se repitieron, como sistema (20 veces); camino (19); políticos (16) y cambio (16). Pero hubo una, que fue en toda la campaña una constante que nunca se nombró: dolarización. Ni siquiera “canasta de monedas” mencionó una vez.
En un horario inusual, pactado para las 21, su alocución comenzó cinco minutos antes de la hora anunciada, ante una audiencia expectante, cuando comenzó diciendo que este es “el momento más crítico de la historia”.
En total, empleó 8.486 palabras durante el tiempo en el que estuvo de pie, frente a un atril, dándole la espalda a la presidencia de la Cámara pero de cara a los legisladores, contrariamente a lo que hizo cuando asumió, cuando habló de espaldas al Congreso. La posición se enmarca en un momento en el que Milei enfrenta una alta tensión política con diputados, senadores y gobernadores
Su oratoria estuvo signada por tres grandes ejes centrales.
Primero se ocupó de la herencia recibida, enfatizando en que “los últimos 20 años fueron un desastre, una orgía de gasto público descontrolado”. En otros tramos sostuvo que “nos dejaron un Estado que hace todo y todo lo hace mal” y en relación al populismo dijo que “nos quitó el 90% de los ingresos”.
En su opinión, el Estado está diseñado para generar un kiosco en cada lugar donde sea posible, definiéndolo como “una organización criminal diseñada para que en cada trámite haya una coima”.
Luego se concentró en los ajustes que el gobierno está realizando en distintas áreas. Mostró como un logro el hecho de que en enero pasado se logró el superávit, cuyo antecedente más reciente se remonta a 2012. Dijo que la meta se logró en base a la reducción del gasto, aunque omitió mencionar que áreas muy sensibles formaron parte de ese ajuste, sin contar con la tensión que se está generando en distintos sectores, que están en crisis por la falta de pagos del Gobierno.
“Respecto a la asistencia social, nos comprometimos a terminar de una vez y para siempre con los gerentes de la pobreza, que usan la intermediación de planes como mecanismo recaudatorio y como recursos extorsivos para manipular a los que menos tienen”, sostuvo.
“Esta cruzada empieza por reducir el tamaño del Estado a su mínimo indispensable y purgarlo de privilegios para políticos y sus amigos. Por eso pasamos de 18 a 8 ministerios, y de 106 a 54 secretarías reduciendo los cargos públicos y jerárquicos en más de un 50%. Eso sí es motosierra”, enfatizó.
Y por último, habló del futuro para “construir lo nuevo”, aunque advirtió que “si lo que buscan es el conflicto, conflicto tendrán”.
Hizo mención a esto tras presentar un “paquete de leyes anti casta” en el que eliminará las jubilaciones de privilegio y habrá elecciones libres en los sindicatos. “Hay otro camino posible, un camino de acuerdo… acuerdo sí, no el consenso contra el cambio. Debo ser honesto en que no tengo demasiadas esperanzas en que tomen este camino”, dijo y tras lo cual convocó a lo que llamó el “Pacto de Mayo”, en el que dijo que intentará saldar las diferencias que tiene con quienes se oponen a su plan de gobierno. Lo definió como “un nuevo pacto fundacional”, para ser consensuado con los 24 gobernadores, que contiene diez ideas fuerza destinadas a para poner en marcha el país y sacarlo de años de estancamiento.
El término diálogo, pilar del ejercicio de la política como instrumento del gobernante, no apareció en su discurso. Tampoco la palabra democracia. Una sola vez mencionó la licuación, un término que empleó en sus últimas entrevistas mediáticas.
La inflación fue mencionada en 13 oportunidades y el término pobreza 7 veces.
Las expresiones que fueron parte de su discurso electoral, en especial cuando mencionaba a la casta o se refería a la motosierra, también fueron citadas en el discurso. La primera seis veces, mirando fijamente a las bancas y la segunda dos.
Desde los balcones, se escuchó “la casta tiene miedo” y “Milei, querido, el pueblo está contigo”, entre otros cánticos.
Salud y Educación, dos derechos que están protegidos por nuestra Constitución, fueron dos términos que aparecieron en su discurso, para referirse al estado en el que encontró ambas áreas al asumir su mandato. En el primer caso sólo una vez, en el segundo cuatro.
Su latiguillo “no la ven” también fue escuchado por la audiencia. Al principio de su alocución dijo “Muchos no la han visto, no la ven, ni la verán”
La palabra libertad fue mencionada 16 veces, mientras la corrupción sólo 3.
No citó el término enemigos y tampoco mencionó el término transparencia.
El presidente Alberto Fernández no fue mencionado explícitamente en el discurso, pero sí se refirió a al ex presidente de manera indirecta en el marco de la imputación que pesa sobre su figura en la causa que investiga la trama de contrataciones por parte del Estado nacional a Nación Seguros, en donde habrían actuado intermediarios y empresas privadas. Dijo que tenemos “un Estado que no solo no controla, sino que lo que controla lo controla mal. Está diseñado no para cumplir sus funciones básicas, sino para generar un kiosco en cada lugar donde sea posible, para el beneficio del burócrata de turno. Tal vez el caso de los seguros que hemos visto recientemente en los medios sea el mejor ejemplo de esto”, agregó.
Sí mencionó en forma directa a otros actores de la vida política nacional, a los que describió como “los jinetes del fracaso”, como Sergio Massa, Pablo Moyano, Juan Grabois y Máximo Kirchner. No dejó afuera de su mensaje a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a quien calificó como la responsable de unos peores gobiernos de la historia.
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Para el análisis de los términos más usados se excluyeron las denominadas “stop words”, tales como pronombres, artículos y preposiciones, entre otras.
Procesamiento de datos: Daniela Czibener
Visualización de datos: Andrés Snitcofsky