“Yo no tengo la culpa de que un loco haya querido matar a la Vicepresidenta”, dijo el líder de Revolución Federal

Jonathan Morel, detenido por la causa, declaró en indagatoria ante el juez y el fiscal y pidió su excarcelación. Apuntó a Leonardo Sosa como el verdadero líder de la agrupación

Jonathan Morel, el joven referente de Revolución Federal que quedó detenido por incitación a la violencia colectiva, rechazó este las acusaciones en su contra y negó cualquier vinculación con el atentado contra Cristina Kirchner. “Yo no tengo la culpa de que un loco haya querido matar a la Vicepresidenta”, le dijo al juez y al fiscal al declarar en indagatoria, según reconstruyeron fuentes judiciales. El detenido entregó las claves de su teléfono voluntariamente y su defensa pidió la excarcelación.

Morel es el principal involucrado en la causa que investiga las actividades de Revolución Federal. Es que él era quien aparecía dando notas cada vez que la mirada pública se puso sobre la agrupación, sobre todo después del atentado contra la vicepresidenta. Pero Morel dijo que en su indagatoria que él no era el líder de la agrupación y apuntó contra Leonado Sosa, otro de los detenidos. Según dijo, era Sosa quien había impulsado la creación y el que estaba a cargo de las redes sociales.

No obstante, la estrategia de Morel pasó por decir que lo estaban metiendo preso por manifestarse y que Revolución Federal había “fracasado” porque ya estaba perdiendo seguidores en el último tiempo.

El abogado Tomas Fraga Cepeda, defensor de Morel, afirmó en diálogo con Infobae que su cliente explicó los giros bancarios y la contratación por parte de la empresa Caputo Hermanos SA para llevar hacer una serie de muebles. Y afirmó que “lejos está esto de financiamiento de una organización terrorista como están diciendo”. Tal como lo había dicho en entrevistas televisivas antes de ser detenido, Morel dijo que no conocía a los Caputo y que solo tuvo contacto con Rosana Pía Caputo, una de las dueñas de esa empresa, que le encargó los muebles.

Morel entregó voluntariamente las claves de su teléfono y equipos, secuestrados en el allanamiento que tuvo lugar en la mañana del jueves. Le dijo a los investigadores que él no borraba conversaciones y que podía encontrar allí todos los detalles de la contratación.

La fiscalía impulsó la investigación y reclamó las detenciones de Sosa y Morel, al señalar que ellos “decidieron organizar la agrupación con el objetivo prioritario aunque no único de que los kirchneristas tengan miedo de ser kirchneristas, combatiendo las ideas políticas de determinados dirigentes, principalmente de la coalición política Frente De Todos, mediante protestas autoconvocadas, reuniones en vivo mediante la funcionalidad Spaces de Twitter, distribución de folletería física y digital”. También pidió la detención de Gastón Guerra y Sabrina Basile, quienes -señaló el dictamen fiscal- tomaron participación activa de las acciones que llevó adelante la agrupación.

Revolución Federal quedó en el foco público tras el ataque a Cristina Kirchner. Brenda Uliarte, señalada como coautora del intento de homicidio, participó de una marcha de antorchas en la Casa Rosada el 18 de agosto frente a la Casa Rosada. Allí las consignas eran “reventar la Plaza de Mayo” y “exigir renuncias”. Se lanzaron piedrazos, bombas de estruendo y bombas molotov. “Al kirchnerismo, cárcel o bala”, proclamaban. Los integrantes de la agrupación dijeron públicamente que no conocían a Brenda.

La causa sobre las actividades de esta agrupación se investigan en forma separada de la causa principal por el intento de homicidio de la vicepresidenta. Es que la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo señalaron que no tenían elementos objetivos para ligar a los cuatro involucrados en el ataque con el grupo pedía por redes sociales “al kirchenerismo cárcel o bala”.