Internas del penal de San Luis golpearon a la mamá de Lucio y a su novia
Así lo confirmaron las autoridades del Complejo Penitenciario N°1 de la provincia de Cuyo. Ambas están aisladas en el lugar donde se encuentran detenidas
La madre de Lucio Dupuy, el nene asesinado a golpes en La Pampa, y su pareja fueron golpeadas por otras reclusas y se encuentran aisladas. Así lo confirmaron las autoridades del penal donde se encuentran detenidas.
Magdalena Esposito Valenti, la mamá de Lucio, y Abigail Páez, la pareja, son las principales sospechosas del homicidio de Lucio. Ambas se encuentran alojadas en el Complejo Penitenciario N°1 de San Luis.
El examen forense de Lucio Dupuy que se conoció ayer había constatado que el nene tenía heridas compatibles con una violación, además de que el cuerpo mostraba politraumatismos como consecuencia de haber recibido varios golpes de diferente manera y en forma consecutiva.
El forense Juan Carlos Toulouse dijo: “Tenía desde mordeduras, quemaduras de cigarrillos, golpes con objetos contundentes, de todo… algo pocas veces visto”.
Según la historia clínica del menor asesinado, el chico fue atendido por traumatismos varias veces entre diciembre de 2020 y marzo de 2021, pero no existió un seguimiento integral de esos antecedentes y el viernes pasado la violencia que sufría le costó la vida.
Fue el desenlace de un calvario de malos tratos al que, tanto su madre como la pareja de la mujer, lo sometieron durante al menos dos años.
El 15 de diciembre de 2020 Lucio Dupuy entró a la guardia del hospital por “traumatismos de miembro superior” y una “fractura expuesta en dedo de la mano”. Tres días después, un informe del hospital Lucio Molas de Santa Rosa complementa ese diagnóstico: le encontraron una “fractura a nivel de la muñeca y de la mano” y “fracturas en otros huesos del carpo”.
El 22 de enero de 2021 el nene volvió a ser asistido, esta vez en una salita del barrio Río Atuel cerca de donde vivía. Allí se constataron “traumatismos de miembro superior”, además de traumatismo superficiales por “trauma”.
Apenas diez días después regresó al hospital Evita por un “traumatismo/herida de región no especificada del cuerpo”, un diagnóstico poco preciso, pero asentado también bajo el protocolo T14-1 que implica “traumatismo/herida de región no especificada del cuerpo”. Esto puede hacer referencia a cortes, heridas, heridas por punción, laceraciones o mordeduras de animales, entre otras según la Clasificación Internacional de Enfermedades. Esto fue el 1° de febrero de 2021.
La última consulta médica asentada fue el 23 de marzo, también al Evita por traumatismo. Allí se le diagnosticó “mallet finger”, una deformidad en el dedo que se genera por una fractura ósea de la falange distal. Es decir, las fracturas que presentó Lucio en diciembre nunca fueron tratadas ni tenidas en cuenta por la mamá y su pareja. Ese día también se le realizaron varios estudios, entre ellos una radiografía de codo, antebrazo, muñeca, mano y dedos, entre otras zonas del cuerpo.