Abel Pintos en Rosario: Entre lágrimas y euforia

Para ApuraInfo, Lucas Rivero

Una voz inigualable y una entrega absoluta se destacaron la noche del viernes. La figura más convocante del país se presentó en Rosario ante 20 mil personas que colmaron el autódromo con localidades agotadas. Dos horas y media de show, más de 30 canciones, y una noche consagratoria

Una estética impecable con pantallas led de fondo que generaban diferentes ambientes al unísono con el espectáculo de luces, conformaban un escenario imponente aunque nada descomunal ya que el protagonismo estaba puesto en la voz privilegiada (y bien añejada) de Abel. Muy bien acompañado por una sólida banda de ocho músicos, el concierto continuó con “Espejo” y “El amor en mi vida”, ambas de su álbum más reciente. “No me olvides” fue una de las más cantadas de la noche, seguida por “Tiempo”, en donde ambas coristas lucieron también su habilidad vocal.

El artista se tomó su tiempo para agradecer de una forma muy sentida y, para nada condescendiente, el vínculo que mantiene con su público desde hace años, lo cual logró éste concierto que es el primero de carácter masivo que el cantor realiza en la ciudad: “siento que es consagratoria a la forma que hemos tenido de conocernos y de encontrarnos a través de la música y a través de tantos años”.

“Pájaro cantor”, “Tiene tu amor” y una desgarradora versión de “Quiero cantar” fueron transitando al público por diferentes pulsiones emocionales, dinámica que se mantuvo a lo largo todo el show. Con enorme sabiduría Abel invitó a tomar asiento al público rosarino para que todos puedan disfrutarlo desde otro lugar. Para deleite especial de los más fanáticos sonaron “Cacería”, “Solo” y “El mar”, definida por el artista como “una canción muy especial”

Uno de los puntos más álgidos de la noche lo marcó “Oncemil”, seguida por una versión más despojada pero no menos intensa de “Tanto amor”. “Una vez más”, fue de las pocas que evocó sus raíces folclóricas en una versión de lo más intensa. Con teléfono de cable en mano y efecto distorsionador de voz sonó la dramática “Alguna vez”, para luego lucir toda la potencia de su voz con “El adivino” y una visceral versión de “Cien años”, que su público retribuyó con devoción absoluta en una ovación de pie.

La gente volvió a pararse de a poco en las melodías más románticos del recital con un ritmo que invitaba a bailar. La muy conocida “Todo está en vos”, “Abrazándonos”, y “Aventura” fueron ideales para ese momento. Aumentando el rítmo, todo el autódromo bailó con “El hechizo”, “Camina”, una sorpresiva y atinada versión de “Cuantas veces” y el reciente hit con Los Ángeles Azules, “Y la hice llorar”. La extensa noche parecía haber llegado a su fin, Abel bendijo a su público e hizo recíproca la devoción que los rosarinos le transmitieron. “A – Dios”, fetiche en el cierre de sus shows, sonó antes de desaparecer del escenario.

Ante el clamor de la multitud el artista regresó de punta en blanco con un traje verde limón para regalar las últimas canciones. En plan intimista se escucharon dos indiscutidos clásicos: “La llave” y “Sin principio ni final”, a solas con guitarra y piano respectivamente, logrando uno de los momentos más movilizantes del concierto. Sosteniendo el clima romántico entonó “Como te extraño” con guitarra en mano, seguida por “Motivos”, otro himno de su repertorio.

La última explosión del espectáculo fue con “De sólo vivir” para desembocar en “Piedra libre” y marcar el final de una velada histórica.

El espectáculo fue más que notable y emotivo. Abel Pintos se mostró eufórico en canciones como “De solo vivir”, y desgarrado en temas “Cien años” en la que dejó caer varias lágrimas luego de cantarla. “Esta noche me siento especialmente ilusionado”, expresó el artista en algún momento del show, “así que gracias no solamente por esto sino por todas las noches que hemos compartido, hoy, aquí en este lugar maravilloso y todos juntos”. El artista está a la altura de que continúe siendo así por bastante tiempo.