Advierten que en dos meses faltaría alimento balanceado para mascotas y animales de granja

La cámara que nuclea a 150 empresas de nutrición animal, que fabrican productos con materia prima importada, advirtió que empezaría a escasear comida para perros y gatos en 60 días y describió las dificultades que atraviesa el sector

Fabricantes de alimento balanceado para mascotas advierten que podría haber faltantes de productos por las trabas a las importaciones. Más precisamente, en dos meses, empezaría a escasear comida para perros y gatos en las góndolas de supermercados y pet-shops, dado que los insumos para su elaboración no se fabrican en la Argentina.

La problemática también abarca a cerdos, pollos y gallinas, entre otras especies, debido a las restricciones para el giro de divisas al exterior a proveedores de materia prima, que suministran mercadería con envíos entre 60 y 90 días.

Así alertó la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (Caena), que nuclea a 150 compañías productoras de alimentos para animales domésticos y ganado.

La entidad le envió una carta al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, bajo el mando de Julián Domínguez. La misiva también fue dirigida al Banco Central y a los Ministerios de Economía y Desarrollo Productivo.

En diálogo con El Cronista, desde Caena aseguraron que, hasta el momento, no recibieron respuesta del pedido que realizaron a los organismos involucrados, solicitando su intermediación para destrabar el ingreso de los insumos necesarios para lograr mantener el abastecimiento de las producciones pecuarias.

Los insumos con los que se fabrica alimento balanceado se importan.

El reclamo de la Cámara fue acompañado por otras asociaciones que sumaron su firma a la carta, como la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia), la Cámara Argentina de Feedlot, el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) y la Asociación Argentina de Productores de Porcinos (AAPP).

POR QUÉ PODRÍA FALTAR COMIDA PARA MASCOTAS

“Nos dirigimos a fin de informar sobre la situación crítica que está viviendo la industria de la nutrición animal a causa de las restricciones vigentes para el giro de divisas al exterior a nuestros proveedores de materia prima, según las comunicaciones BCRA 7466 y 7532”, expresó la cámara en el texto.

Según Caena, la imposibilidad de girar divisas al exterior, dada la restricción de cupos establecida, sumado a la falta de alternativas de financiación, a través de los proveedores y entidades bancarias, están generando quiebres de stocks, “lo que torna compleja la eficiencia de las distintas producciones pecuarias”.

“Este nuevo régimen donde solo se permite un cupo de monto en dólares del 5% adicional al año anterior limita, de forma extrema, los volúmenes a importar, con un aumento de los precios internacionales de estas materias primas, que rondan el 30% en dólares con respecto al año anterior, debido a los efectos de la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania”, consideró la cámara.

Los precios internacionales de las materias primas aumentaron un 30% en dólares.

Sus socios compran en el extranjero insumos para elaborar los productos que venden al consumidor final, entre ellos, vitaminas, minerales, aditivos y aminoácidos. En promedio, una empresa grande contrata 30 proveedores del exterior, dado que la materia prima no se fabrica en el país. En 2021, el sector importó 112.000 toneladas de microingredientes por u$s 255 millones.

“Son imprescindibles en la dietas de los animales. En caso de no contar con ellos, habrá un incremento en el costo de producción de la proteína de origen animal: pollo, huevo, leche, cerdo y carne bovina”, proyectó Caena.

Y afirmó que “las distintas especies no cuentan con las soluciones de nutrición que provee el sector, en términos de salud intestinal y de tratamientos médicos; por lo que la suspensión del abastecimiento implicará mayores tasas de mortandad, un mayor riesgo de enfermedades y la suspensión de las exportaciones de estas mismas categorías, que, una vez ocurrido, será muy difícil revertirlo”.

En 2021, el sector importó 112.000 toneladas de microingredientes por u$s 255 millones.

La realidad amenaza no solo con frenar la producción, sino también con afectar el empleo del rubro. La industria de la nutrición animal emplea a 12.000 personas, que trabajan en distintas áreas, que van desde la fabricación hasta ventas.

“Para cumplir con nuestros compromisos, tanto con el mercado interno como con las exportaciones, solicitamos la intermediación del Gobierno para garantizar el ingreso al país de microingredientes a través de condiciones de giro de divisas al exterior factibles que permitan mantener el abastecimiento de nuestras producciones, evitando las graves consecuencias ya enunciadas”, cerró la cámara.