Los Palmeras celebraron sus bodas de oro en el Anfiteatro

La cumbia Santafesina se apoderó del Parque Urquiza en una calurosa noche de jueves, que puso a bailar a todos los rosarinos con éxitos inmortales

Los Palmeras brindaron un show de casi una hora y media en el que sonaron gran parte de los temas más cruciales de su repertorio más de casi medio siglo de trayectoria. Ningún espacio vacío quedaba en el mítico Anfiteatro con una fauna variopinta de público, al cual es imposible sectorizar. Desde familias hasta algún fan en solitario, parejas, abuelos, niños, las generaciones más opuestas conectadas al unísono de la cumbia santafesina que reverberó en alrededores. No hay nadie que no conozca por lo menos diez temas de Los Palmeras, quienes han logrado lo epopeico: una trayectoria de más de 50 años en los escenarios, prestigio del que gozan muy pocos artistas que perpetúan convocando a miles de personas y con discos de doble platino como el que obtuvieron recientemente. La puesta en escena estuvo  a la altura: inmensa pantalla de fondo con el nombre del grupo acompañado de diversas ilustraciones, un cuidado espectáculo de luces y una sólida banda de siete músicos. Cerca de las 21:30 hs, el ávido presentador recibió a los dos integrantes, alma matter de Los Palmeras.

“La cola” produjo un tsunami de emoción en la gente con tan solo las primeras notas del acordeón. Marcos Camino logra lo que pocos con su instrumento, imprimiendo una marca inconfundible. Cacho Deicas permanece inamovible entregando toda la potencia de su voz. Ambos “jefes” inspiran esa autoridad reverencial en el escenario y entregaron una fiesta desde el primer acorde. “Perra” y “El más popular” siguieron sin interrupciones dando paso a “El Títere” y “Lo que quiere la Chola”. Haciendo un guiño a lo más reciente, “Macumba” hechizó a todos los rosarinos dando paso a la melancólica “Aprenderás a llorar”. Todos los sentires se mixturan a través del ritmo que invita a bailar cada tema. Eso mismo sucedió con “El embrujo” y “Te vas” recibidas con mucho entusiasmo. El homenaje a Juan Carlos Mascheroni, cantante de Los del Fuego, llegó con una emotiva versión de “Jurabas tu”. Luego sonó “Atorrante” poniendo un pie en la actualidad, seguida por la canción más cantada de la noche: “Olvídala”, con las linternas de los celulares por lo alto, rito habitual en recitales de cualquier género.

“El bombón” es de las canciones que calan hondo en la cultura popular, de esos estribillos que producen un efecto hipnótico y pegadizo. La interpretación de anoche estuvo a la altura. Tras la presentación de los músicos, llegó un breve homenaje al rock nacional con la audacia suficiente como para reversionarlo. “De música ligera”, “Lamento bolviano” y “La bestia pop” fueron bailadas como un tema propio. El Indio Solari confesó en alguna oportunidad que Los Palmeras lograron el mejor cover de  sus creaciones. Halago que no recibe cualquier artista. En algún momento, tal vez, Ciro pueda decir lo mismo de “Como Alí”. “Así es que vivo yo” es otro de los hits que no paparon de cantarse, desembocando en algunas canciones de antaño que aún permanecen como “Por primera vez”, “Negrito cumbiandero” y “Muchacha triste”. Llegando al final, “La suavecita” se apoderó de la euforia del Anfiteatro, seguido por “El Pareandero” en versión sabalera y el final definitivo del show con una fragmentada versión de “Doble vida”. Tal vez se podrían haber interpretado un par de canciones más, entendiendo que al ser tan extenso el repertorio siempre va a quedar algún faltante para otra ocasión. Aún asi, la sola alegría que producen Los Palmeras bastarán para sanar.

Lucas Rivero

FOTOS: Ph @cecicordobaph